Un joven de 18 años que había sido secuestrado anoche cuando iba en su auto a jugar al fútbol fue encontrado hoy fusilado con un balazo en la cabeza y con parte del cuerpo calcinado, en la localidad bonaerense de Bernal, muy cerca de un predio de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana (CEAMSE).
El caso sacudió a la opinión pública y a los investigadores por la violencia con la que actuaron los delincuentes, y ahora detectives del área científica de la Policía Federal intentaban encontrar rastros en el terreno, en el cadáver y en el auto que apareció abandonado y también quemado para dar con alguna pista de los asesinos.
Rodolfo Ramón González, conocido como "Rolo", tenía 18 años, iba a recibir el viernes próximo su título de perito mercantil en el Comercial 15 de Saavedra y vivía con su familia en el barrio porteño de Saavedra. Según comentaron amigos de la víctima, en los últimos tiempos a la familia le había ido bien con un emprendimiento de viandas dietéticas a domicilio y gracias a eso habían podido comprar una casa en Saavedra, a seis cuadras de la anterior, y comenzar a armar el negocio como una tienda al público en la vivienda anterior.
Lo cierto es que ayer, cerca de las 19, "Rolo" salió de su casa, en la calle Holmberg al 1200 en su auto Volkswagen Gol blanco, para ir a jugar al fútbol con unos amigos. Pero nunca llegó a destino: un rato después en la casa de la familia se recibió un llamado mediante el cual se habría exigido un rescate de 50 mil pesos. Más tarde habría existido un segundo llamado reclamando 6 mil dólares, pero ni el pago se concretó ni los presuntos secuestradores volvieron a comunicarse con la familia.
La familia de la víctima denunció la desaparición ante personal de la comisaría 49 de Saavedra y los investigadores de la división Antisecuestros de la Policía Federal comenzaron a trabajar apenas se recibió la llamada extorsiva. Sin embargo no se supo nada de ellos: incluso en el chat, el nombre de "Rolo" llevaba un mensaje que pedía que, ante cualquier información del chico, se comunicaran con los parientes o los amigos.
Esta mañana, en un descampado cercano al río de La Plata, en el partido de Quilmes, apareció un cadáver, fusilado y calcinado: aunque costó reconocerlo, era el de Rodolfo. Apenas hubo luz de día, un empleado detectó el cadáver cuando caminaba hacia un obrador por el terreno ubicado a la altura de la calle Espora, en el kilómetro 17 de la autopista Buenos Aires-La Plata, a unos 150 metros de la orilla del río. Fue allí donde vio el cadáver de un joven, tendido boca abajo y con el torso desnudo.
Según pudo saber DyN, el chico tenia un jean cortado, zapatillas blancas Adidas, un golpe fuerte en el rostro y la huella de un disparo en el lado derecho de la cabeza. Fuentes del caso señalaron que el hombre llamó a personal de Gendarmería que estaba custodiando la autopista, pero casi al mismo tiempo llegaron efectivos de la comisaría octava de Quilmes para tomar intervención. De inmediato se rastrillaron los últimos registros de desaparición de personas y encontraron la advertencia de la averiguación de paradero de González.
Fue reconocido por la descripción inicial que había alertado anoche de su posible secuestro, en donde se describía la ropa que llevaba, el pelo corto y el detalle de un arito. Aunque había desaparecido llevando una remera a rayas, al ser hallado tenía el torso desnudo. En el lugar se encontró también una vaina servida calibre 45 -que hace pensar que el joven fue fusilado en ese lugar- y una botella de gaseosa con un líquido parecido a nafta con el que habrían intentado destruir el cadáver.
Los investigadores se pusieron en contacto con el fiscal Oscar Amirante, a cargo de la pesquisa por el secuestro, y terminaron confirmando la mala noticia. La madre de la víctima se descompuso al conocer la noticia y tuvo que ser asistida por el SAME, mientras que los vecinos se mostraron conmocionados pero no pudieron aportar luz al misterioso episodio. Un rato después, los policías encontraron el auto Volkswagen abandonado en Valentín Alcina, también quemado, con la clara intención de borrar huellas.
Aunque la familia González era del barrio de Saavedra, hacía pocos meses que se habían mudado a la calle Holmberg al 1200, porque antes vivían sobre la calle Plaza, a pocas cuadras, contaron vecinos. Un amigo de la víctima, productor de radio 10, aseguró que "Rolo" ayudaba a su madre en la casa de "viandas light" que habían creado en los últimos meses. "Les había empezado a ir bien. Antes vivían a tres cuadras del Barrio Mitre, una villa de lujo que tiene el barrio de Saavedra. Pero hace un tiempo se mudaron a seis cuadras", contó el productor radial que dijo que era vecino de la víctima y que solía jugar al fútbol con él.
Los investigadores buscaban testimonios en Saavedra, en el descampado del CEAMSE y en el lugar donde apareció el auto, con vistas a encontrar algún testigo que pueda aportar pistas de los asesinos, mientras rastrillaban las zonas, peritaban las piezas secuestradas y esperaban el resultado oficial de la autopsia.
DYN




