Largas colas para realizar la revisión técnica vehicular

Tomar unos mates y bajarse de a ratos a estirar las piernas son las estrategias que encuentran los conductores para sortear la extensa espera que demanda por estos días la revisión técnica de vehículos de uso particular.

El cuello de botella se genera por un doble motivo: la obligatoriedad de contar con la oblea de verificación para los vehículos más antiguos (hasta el año 1995) y la necesidad de quienes salen de viaje, de hacer chequear el coche por seguridad o porque en otras provincias se lo exigen.

``Se han sumado las dos cosas y se ha desbordado la demanda; estamos atendiendo entre 90 y 100 vehículos por día'', admitió Juan José Bulgarella, técnico del Taller Control SH, ubicado en Blas Parera 10400, el único habilitado en la ciudad.

En la zona hay otros dos: uno en Santo Tomé que inspecciona entre 100 y 120 autos diarios, y otro en Recreo, que verifica alrededor de 80.

Los conductores que fueron el miércoles debieron aguardar hasta seis horas de espera. ``Estoy haciendo cola desde las 5 de la mañana, son las 11 y todavía no me atienden'', se quejó Fernando Arsa, que llevó su coche modelo 90 al Taller de Control SH.

Necesita en forma urgente el certificado de Revisión Técnica Obligatoria (RTO) que será exigible en la provincia a partir del 1° de febrero para los autos modelo 95 o anteriores. Los vehículos fabricados posteriormente tendrán unos meses más de plazo para cumplir con el trámite.

La obligatoriedad de este control en la provincia fue anunciada en agosto del año pasado, en el marco del Plan Provincial de Seguridad Vial. De acuerdo con la normativa en vigencia, cumplido el cronograma para las distintas franjas de modelos, los inspectores de tránsito podrán comenzar a exigir la comprobación de que el vehículo fue sometido al procedimiento para controlar su estado.

La revisión técnica cuesta 60 pesos y no es obligatoria para los vehículos con tres años de antigüedad.

A último momento

``La gente esperó hasta último momento y se agolpó ahora. Y eso que la obligatoriedad estaba prevista para diciembre y se prorrogó a febrero para los vehículos más viejos'', dijeron en uno de los talleres.

Armando Brower, otro de los conductores que estaban en la fila, consideró positivo que se efectúe esta verificación vehicular porque el estado del parque automotor es ``calamitoso''. Con esto, ``al menos, se podrán evitar algunos accidentes'', opinó.

Ricardo hizo un mea culpa y admitió que ``me dejé estar, tendría que haber venido antes''. Por eso, no reclamó por el tiempo de espera, aunque sugirió que se podría dotar de mayor personal a los talleres para acelerar la revisión.

Ante la desbordante demanda, Control SH optó por atender los primeros 30 autos por orden de llegada y darle al resto un turno válido para esa jornada.

Qué se exige

Una vez que ingresan al local, los autos deben pasar por una línea de fosas con el instrumental tecnológico necesario para chequear cubiertas, frenos, sistema de dirección, luces, el nivel de emanación de gases y ruidos.

También se revisan los instrumentos de seguridad del coche, tales como paragolpes en condiciones, matafuegos, balizas, cinturones de seguridad y botiquín de primeros auxilios.

El conductor debe ir munido por la documentación del vehículo: tarjeta verde, patente y póliza de seguro, para conocer la fecha de fabricación del modelo y carné de conducir. También tarjeta amarilla para los que poseen autos a gas.

A los polarizados ``se les arranca la polarización, porque está prohibido por ley, únicamente se permite una franja para sol, pero lo otro tiene que estar libre'', advirtió uno de los mecánicos.

Completado el circuito, si el auto está en condiciones, los automovilistas se retiran con un certificado que dura entre uno y dos años, de acuerdo con la antigüedad del automóvil. Si el auto no pasa la revisión, se expide una certificación ``condicional'' y el propietario deberá volver a inspección, luego de hacer las reparaciones indicadas en forma particular.