Tres niños de 4 años se intoxicaron la semana pasada en el colegio La Salle por consumir pastillas de un fuerte ansiolótico (Clonazepam) que pertenecían a su maestra. Los alumnos están hoy en perfecto estado de salud, pero el caso es singular por haberse producido en la escuela.
En los establecimientos educativos, los accidentes más comunes son las caídas, los choques entre alumnos, los golpes vinculados con deportes. Mientras, el consumo accidental de medicamentos se registra con mayor frecuencia en los hogares.>
Las intoxicaciones de cualquier tipo representan, de acuerdo con las tablas de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación, un 10 por ciento de las causas externas de muerte en menores de 14 años.>
El Dr. Alberto E. Iñón, presidente de la Asociación de Prevención del Trauma Pediátrico y miembro honorario de la Sociedad Argentina de Pediatría, aportó a El Litoral que, del total de las intoxicaciones, el 54 % ocurre en niños, entre los 12 meses y los 5 años de edad, y las sustancias más frecuentes son los medicamentos (45 %). Le siguen los productos de uso doméstico (13,5 %).>
Su colega, el Dr. Carlos Nasta, titular de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), opinó que el caso de los tres nenes puede ser catalogado como "accidente", y definió "accidente" como "una lesión no intencional de causas externas".>
"No creo que haya habido una intencionalidad por parte de alguien del colegio para que esto ocurriera. Se dio seguramente una constelación de factores de riesgo que terminaron con ese desenlace", aclaro Nasta, quien explicó que el carácter de `no intencional' deja fuera del ámbito del accidente a la violencia familiar, maltrato infantil y hechos netamente delictivos.>
De todas formas, el médico pediatra advirtió que la mayoría de los accidentes infantiles es "evitable", con medidas de bajo costo, como "extremar los cuidados".>
El Dr. Iñón opina que "en todos los accidentes, sean éstos en niños o adultos, no se puede hablar de fatalidad, castigo divino, mala suerte o destino. Hay siempre un hecho causal y, por ende, son prevenibles".>
Según su apreciación, la manera en que se desencadena un episodio puede ser por falta de conocimiento, descuido, imprudencia u olvido, pero siempre está presente el factor humano.>
Es mejor prevenir que curar
Al hablar de prevención, Iñón destacó que es necesario basarse en la siguiente tríada: huésped-agente-ambiente. "Veamos por ejemplo un niño que se cae en una pileta de natación: el huésped es el niño, el agente es la pileta -en este caso- sin protección, y el ambiente es la casa y la vigilancia de sus padres o adulto responsable. Al enfocar la prevención en estos tres niveles, los resultados son más efectivos", aconsejó el cirujano pediatra.
En cuando al manipuleo de los medicamentos en lugares donde hay niños, Nasta dijo que no se puede sugerir a una persona que no lleve remedios en la cartera, porque seguramente necesita ingerirlos a una hora determinada. También desmitificó la idea negativa sobre los ansiolíticos y antidepresivos. "No son una mala palabra; el asunto es que estén bien usados", opinó.>
Sí recomendó que ningún medicamento esté al alcance de los chicos, ni siquiera en las alturas y menos aún en la mesa de luz.>
En la página web de la Sociedad Argentina de Pediatría, puede encontrarse una serie de recomendaciones de cómo hacer prevención, tanto en el hogar como en la escuela, en la calle, en el club o en el campo. Se invita a reflexionar que un accidente siempre tiene una historia previa que lo facilita y es fundamental reconocerla, para cambiar a tiempo hábitos y comportamientos, con el fin de evitar que sucedan.>
La SAP sostiene que entre los 4 y 5 años, los chicos comienzan a ser capaces de empezar a entender el lenguaje, por lo que se debe iniciar la enseñanza para el aprendizaje del control y del autocuidado: identificando y explicándole los riesgos, dedicándoles tiempo y paciencia para esta tarea primordial, no dejando para más adelante la educación para la prevención.>
Según las edades
También es importante conocer y comprender los comportamientos de los hijos para poder anticipar y prevenir los riesgos de accidentes. Por ejemplo, entre los 2 y los 5 años, hay una mayor curiosidad y la necesidad de aventurarse más allá de lo posible que elevan el riesgo de caídas, quemaduras, ahogamiento e intoxicaciones. A partir de los 6 años, y hasta los 12, una mayor cantidad de actividades fuera del hogar y una noción del peligro aún incompleta los exponen a lesiones como peatones o ciclistas, y hasta abusos.
El Dr. Nasta añadió que la noción de peligro recién empieza a conformarse a partir de los 4 ó 5 años de edad.>
En tanto, la actitud de desafío constante y la sensación de invulnerabilidad propias de la adolescencia los hacen propensos a la intoxicación por adicciones, a los accidentes de tránsito y de la práctica deportiva.>
No descuidarse
Para proteger a los niños de las intoxicaciones, la Sociedad Argentina de Pediatría sugiere:
* Mantenga fuera del alcance de los niños, medicamentos, venenos, pegamentos, cosméticos, bebidas alcohólicas, productos tóxicos y de limpieza; guárdelos en lugares seguros y bien rotulados. No sustituya sus envases originales por otros de uso cotidiano.
* No aplique venenos o sustancias tóxicas en los lugares donde suelen estar o jugar.
* Evite el uso de insecticidas en aerosol.
* Si utiliza estas sustancias, hágalo con guantes protectores y no toque ni prepare alimentos sin antes efectuar un riguroso lavado de manos.
* Verifique la toxicidad de los productos que pueda utilizar en las reparaciones o construcción de su casa.
* No lo vista con ropas o calzados que destiñan.
* No use braseros como calefacción.
* Mantenga bien ventilada la casa cuando use calefactores u otros artefactos a gas y revise periódicamente su correcto funcionamiento.
* No deje el motor de su auto encendido dentro del garaje.
* Evite tener plantas en el jardín que puedan producir toxicidad (laurel cerezo, laurel negro, falso café, fruto azabache, hierbadonis, lino, almendras amargas y otras).
* Evite tener al alcance de los niños pequeños plantas ornamentales que producen irritación en piel y boca (potus, difenbachia, lengua de suegra, costilla de Adán, cala, begonia, oreja de elefante y otras).
* Enséñeles a no ponerse frutos, flores, tallos y hojas en la boca.
* Mantenga oculto o fuera de su alcance el tacho de basura.
Existe un Manual
de Prevención de Accidentes, editado por la Fundación Sociedad Argentina de Pediatría (Fundasap), donde se explica de manera práctica para los padres que las lesiones varían por grupo etario y según los comportamientos correspondientes a cada edad. También se puede consultar la página web de la Sociedad Argentina de Pediatría: www.sap.org.ar (link: "Información para la comunidad y la familia").
El pastillero
que normalmente se usa para guardar los medicamentos y consignar los horarios y días a tomar las dosis, así como los frasquitos con comprimidos, llaman más la atención de los chicos que un blíster con las pastillas todas iguales, advirtió el Dr. Carlos Nasta.





