La causa por la presunta concesión irregular del espacio radioeléctrico a la firma Thales Spectrum fue iniciada por la Oficina Anticorrupción luego de que la prensa parisina revelara en 2000 la presunta maniobra de sobornos que le habría permitido a la compañía quedarse con la concesión del control del espacio radioeléctrico argentino. A pesar del tiempo transcurrido, el caso sigue recorriendo las distintas instancias judiciales que podrían desembocar alguna vez en el juicio oral a sus imputados.
Thales ya no maneja la concesión porque en 2005, el ex presidente Néstor Kirchner rescindió el contrato amparado en un informe de la Auditoría General de la Nación donde se aludía a un presunto perjuicio para el Estado de 300 millones de dólares.
Sin embargo, en el fallo emitido por la Cámara Federal se cita una pericia en la que se alude a un “incumplimiento integral del contrato del 66,99 por ciento”, lo que implica que las pérdidas alcanzarían los 6712 millones.
El caso Thales fue uno de los emblemas de la corrupción del gobierno de Carlos Menem, quien en su furia privatizadora tomó una decisión sin antecedentes en el mundo: entregar a una firma el uso del espacio por el que circulan las frecuencias de telefonía celular, radios AM y FM, canales de televisión, compañías aéreas y radiotaxis.




