Ayer le ganó sin complicaciones por 2 a 0 a la CAI y alcanzó una ventaja definitoria en la cima de las ubicaciones. A pesar de tener un pequeño bajón en un tramo del campeonato, el equipo de Bahía Blanca demostró que es un justo campeón del primer torneo de la temporada de ascenso. Con autoridad y determinación, Olimpo de Bahía Blanca se consagró anoche ganador del torneo Apertura de la Primera B Nacional, tras derrotar por 2 a 0 a Comisión de Actividades Infantiles (CAI) de Comodoro Rivadavia, en partido correspondiente a la 18va. y penúltima fecha. Con este resultado, el conjunto aurinegro, dirigido por Leonardo Madelón, se aseguró disponer de, al menos, cuatro chances para regresar a la primera división. El equipo bahiense accederá al círculo privilegiado en forma directa si gana también el torneo Clausura. Pero, por lo pronto, deberá disputar una final con el que resultare vencedor en el próximo certamen. En caso de perder esta definición, Olimpo animaría la serie decisiva por el segundo ascenso y luego, si llegara a fracasar en este intento, le queda la opción de la Promoción. El elenco de Madelón sumó 40 puntos y aventaja por cinco al escolta Platense, que ayer le ganó por 2-1 a Unión. Tercero está Tigre, que también superó a Tiro Federal de Rosario, pero por 2-0. Olimpo supo pegar en los instantes clave y definió el pleito con los tantos marcados por Federico García (a los 18 del primer tiempo), tras notable asistencia de Pablo Monsalvo, y el máximo anotador del certamen, Ismael Blanco, (a los 20 del segundo). El conjunto patagónico, orientado por Julio Zamora, mostró mayor prolijidad en el trato del balón, pero careció de precisión y profundidad en ambas áreas. Sólidos argumentos El once aurinegro se erigió en el justo ganador del partido y del campeonato, mostrando una holgada distancia con el resto de sus competidores, que se sustentó en la jerarquía individual de sus hombres y en la buena química que alcanzaron, por ejemplo, los volantes que fueron por ambas bandas. Porque allí radicó el secreto de este Olimpo, por momentos arrollador, que se quedó con el Apertura. Los argumentos con los que contó Madelón para el logro fueron la solidez de Marcos Gutiérrez en la valla, la buena conjunción que logró la dupla central compuesta por Matías Villavicencio y José Basanta y la regularidad y evolución de un Monsalvo que en Huracán no daba pie con bola pero que despertó en el sur bonaerense. Pero las cartas más altas del mazo fueron las apariciones de Martín Cabrera, decisivo cada vez que se desenganchaba y pisaba el área rival, y de Ismael Blanco, el máximo anotador del campeonato, con 18 conquistas, es decir, un promedio de un tanto por fecha.




