La familia de una portuguesa de 94 años organizó su funeral religioso y posterior entierro en su pueblo y poco después descubrió que la mujer estaba viva y que fue dada por muerta por un error del hospital donde estuvo ingresada, informó la agencia portuguesa de noticias Lusa. "Fue una desagradable confusión", dijo una de las hijas de la falsa finada, Ana Rodrigues da Silva. Ana, de 94 años, fue ingresada en el hospital de Viana do Castelo, a unos 400 kilómetros al norte de Lisboa, la noche de Nochevieja después de sentirse mal. Cuando uno de sus hijos que vive en Francia llamó al hospital, el martes, para saber cómo se encontraba su madre, un empleado del centro le informó de la muerte de la mujer horas antes. Sin embargo, cuando otro familiar fue al hospital para recuperar el cadáver, cuyo funeral y entierro habían sido organizados para el miércoles, se descubrió que la mujer muerta era Ana Rodrigues, pero de 84 años y natural de otro pueblo diferente de Viana do Castelo.




