La fuente más famosa de Roma, fue escenario de una original protesta en contra de la política actual y la Fiesta del Cine. Aproximadamente a las 16.00 del día siguiente a la inauguración de la muestra, un desconocido arrojó un tarro de pintura roja al agua, afortunadamente, sin causar daños irreparables. La alarma terminó a las 21.00, luego de que la fuente fue vaciada y tratada.
Una caja que contenía panfletos fue encontrada al lado de la Fontana di Trevi. La acción fue revindicada por el movimiento “FTM Acción Futurista 2007”, que ataca -entre otras cosas- la Fiesta del Cine. No fue casualidad que el objetivo del atentado haya sido la espléndida bañera en la cual Anita Ekberg se sumergiera de noche bajo la mirada inquietante de Marcello Mastroiani en la “Dolce Vita”.
El desconocido movimiento, a través de los panfletos encontrados, expresó que en “esta sociedad mercadocéntrica, que descuida desocupados, ancianos, enfermos, estudiantes, trabajadores, y que, en cambio, financia iniciativas como la Fiesta del Cine. 15 millones de euros desperdiciados, 2,5 millones sólo para pagar las cuentas de los hoteles (....) a ésto llaman ustedes Fiesta”.
En fin, fue un hecho que por sus características generó muchas controversias, aunque muchos adherentes en el ambiente artístico italiano. Después de todo, ver por una vez la “fontana” teñida de rojo, fue un espectáculo único. De todas maneras, que no se repita.




