“Hay una ley, se tiene que cumplir. La 12.212 es de privilegio, es la envidia de otras provincias. Entre Ríos no está mejor que Santa Fe, ni siquiera tienen ley. Nosotros tenemos una ley, con tallas mínimas, de presupuestos mínimos, de acá no vamos a bajar. Hay cosas que no se ejecutan, se están demorando. La ley permitiría que los pescadores comerciales se reconviertan a deportivos o a guías de pesca, o a otra actividad. A los pescadores hay que enseñarles cuáles son las herramientas que disponen y que ni saben que las tienen. Ese es el trabajo: cumplir con la ley, establecer criterios de manejo. Se le puede pedir a los pescadores si quieren talla de 42 o de 45 y pedirles sobre la abertura de malla”.
—¿Usted dice el pescador que está todo el día en el río?
—Sí, el que sufre el recurso, el que está al pie del cañón.
— No el que corta rutas.
—Ese no es pescador, esos son mercenarios. Hablo del pescador que vive de la pesca, el que está en el río y sufre la falta de peces, el auténtico pescador.




