La recuperación de la plaza Colón derivó en la concreción de un sueño para muchas instituciones de la ciudad que trabajan con chicos discapacitados: que haya un espacio público adaptado para ellos en el cual puedan jugar y pasar momentos agradables. Así, dicha plaza se convirtió en la primera en disponer de juegos no convencionales.
“En el marco de la puesta en valor de los espacios públicos, la Municipalidad ofreció a UPCN el padrinazgo de la plaza Colón. Por supuesto que nuestro gremio aceptó, porque era una idea que tenía desde el año 2000”, manifestó a El Litoral Laura El Halli Obeid, coordinadora del proyecto. Y agregó: “El convenio se firmó el 1° de agosto y desde entonces empezamos a trabajar en varias cuestiones, entre ellas el espacio de los juegos”.
La idea de incorporar mobiliario inclusivo surgió desde el sindicato, aunque en ella mucho influyó una propuesta de la Fundación Sumar cuyos integrantes los habían observado en otras provincias e incluso en el exterior. “UPCN tiene un Departamento de Capacidades Diferentes y nos pareció muy buena la iniciativa de la fundación, sobre todo porque pregonamos el concepto de inclusión”, dijo Laura El Halli Obeid, haciendo referencia a que los juegos pueden ser utilizados por chicos con capacidades diferentes y por quienes no padecen ninguna discapacidad.
Características
Dos hamacas cuyos accesos son a través de rampas y tres elevadas, para quienes puedan tener problemas de musculatura o ceguera, forman parte del sector de juegos de la plaza Colón. Todas tienen trabas de seguridad y son controladas semanalmente. Asimismo, desde UPCN indicaron que todos los días hay una persona encargada para enseñar cómo deben utilizarse.
Además, en el espacio fueron colocados dos paneles con el lenguaje argentino de señas y un Ta-Te-Ti sensorial que permite la interacción de chicos con disminución visual y chicos con visión plena.
“Los jóvenes de la Fundación Sumar, cuando se terminen todas las rampas de acceso puesto que las hay en el sector de juegos pero no de la calle a la plaza, van a estar colaborando en el lugar”, señaló la coordinadora del proyecto, contando que todo el mobiliario fue adquirido por UPCN en Buenos Aires.
A futuro
La directora de la asociación Nueva Cultura, Graciela Palombi, es no vidente y le acercó una propuesta al gremio que será llevada a cabo: que uno de los canteros lindantes al espacio de juegos tenga un piso de diferentes texturas y plantas aromáticas a fines de que las personas ciegas desarrollen otros sentidos.
Por otro lado, se pretende poner en funcionamiento una fuente de agua existente para que el ruido contribuya al sentido auditivo y hacer un mapa de Santa Fe, con sus correspondientes departamentos, en relieve y en sistema Braille.
“Hay gente de 60 años que nunca se había hamacado y lo pudo hacer. Cuando le preguntamos a unos chiquitos ciegos qué sensación habían tenido, nos dijeron la de volar”, refirió Laura El Halli Obeid, puntualizando que, como en todos los órdenes de la vida, “cuando hay ganas de hacer cosas, todo se puede concretar”.






