"Agua" es un filme atípico en el actual panorama del cine nacional, no solamente por su tema, el poco frecuentado mundo de los nadadores de aguas abiertas, sino por su extremo cuidado formal, con imágenes de gran sensualidad y una sonorización impecable. La película narra la historia de dos nadadores (uno joven e inexperto y otro al borde del retiro). Ambos están en un momento difícil de sus carreras y deben tomar decisiones, tanto en sus vidas como en su profesión. Son dos personas de pocas palabras, que se reflejan una en la otra y establecen una relación de aprendiz-maestro. Distintos motivos los llevarán a participar de una imponente prueba maratónica, en la que tomarán decisiones inesperadas. Goyo (Rafael Ferro) es un hombre que necesita cerrar cuentas con el pasado. Fue un gran campeón de aguas abiertas pero un caso injusto de doping lo llevó al retiro. Recuperar su prestigio en la inminente carrera Santa Fe-Coronda; y en el caso del más joven (Nicolás Mateo), profundizar su vocación para salir de un oscuro oficio como cargador de reses. Belleza y precisión "Agua" es una película de largo aliento, que demandó 3 años de milimétrica planificación, donde la coproducción con Francia permitió la participación de expertos extranjeros, como la directora de fotografía Sabine Lancelin (colaboradora habitual de Manoel de Oliveira) y Matías Mesa, para las tomas subacuáticas, quien ha trabajado con directores de la talla de Gus Van Sant ("Elephant"). Visualmente, la película es sorprendente, con tres tipos de filmación: en tierra, agua turbia y agua transparente. La cámara se sumerge con los nadadores, en la pileta y en el río, consiguiendo sincronizar el plano y el personaje hasta hacer de ambos uno, incluyendo al espectador, que participa de la sensación de estar nadando. En un ejemplo de ingenio práctico para superar la dificultad de filmar en el agua, donde la inestabilidad complica la relación entre la cámara y el objeto. Otra particularidad notable del filme es la ausencia de música, la que es reemplazada por el cuidadoso diseño del sonido que destaca las sensaciones transmitidas a partir de los silencios o de lo que los personajes no dicen. Sobre la soledad y la esperanza La directora demuestra una capacidad infrecuente para asumir un proyecto de compleja realización y hace evidente su placer de filmarlo, generando escenas portentosas, realizadas por primera vez en el cine nacional. Pero hay un gusto determinado por contar la película de una manera particular, que puede alejar al público que demanda remates convencionales. Chen consolida una historia de héroes anónimos que buscan su redención, lejos del exitismo. Registra las oscilaciones, entre la soledad y la esperanza, de dos seres que caen pero son capaces de levantarse. La dificultad para comunicarse, propia de estos hombres acostumbrados a guardarse el dolor y refugiarse en el mundo acuático para esconder sus heridas, conspira para lograr la empatía del espectador. Aunque se trate de sortear esta dificultad mediante la voz en off, que intenta penetrar su interioridad; o a pesar de que la cámara los mira en momentos muy íntimos. Este hermetismo que les impone a los protagonistas su propio rol, se traslada también al público, al que tampoco le cierran algunos aspectos de la actitud que estos nadadores tienen en medio de la competencia. En contraste, fluyen las actuaciones femeninas que -aunque muy breves- son efectivas y convincentes: Gloria Carrá, Jimena Anganuzzi y Leonora Balcarce están inmejorables. No obstante, "Agua" es un filme más que interesante y digno de disfrutarse, particularmente por los desplazamientos de cámara que alcanzan sus mejores momentos entre la belleza y el silencio. Ficha técnica Argentina-Francia (2006). Dirección: Verónica Chen. Guión: Verónica Chen y Pablo Lago. Intérpretes: Rafael Ferro (Goyo); Nicolás Mateo (Chino); Gloria Carrá (María), Jimena Anganuzzi (Lucía) Diego Alonso (Jorge); Leonora Balcarce (Ana); Pablo Testa (Roque) y otros. Asistente de Dirección: Nicolás Di Cocco. Fotografía: Sabine Lanoelin. Montaje: Luis César D'Angiolillo y Jacopo Quadri. Producción ejecutiva: Juan Pablo Gugliotta. Jefe de Producción: Nicolás Martínez Zemborain. Duración: 89 minutos. Apta para todo público.




