Las rutas son una carnicería. Los horarios de vuelos, una lotería. Los aeropuertos, un caos. Los servicios de trenes regulares, una diaria humillación para los usuarios.
Pero la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezará hoy, junto al ministro de Planificación, Julio de Vido, y a los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, Juan Schiaretti y Hermes Binner, la firma del contrato para que la empresa francesa Alstom construya el primer Tren de Alta Velocidad (TAVE, mal referido como ``Tren Bala'') del país, que conectaría primero Buenos Aires y Rosario, para luego extenderse a la capital cordobesa.
Del interés galo da cuenta la presencia de Dominique Bussereau, ministro de Transporte de Francia, que se verá a solas con el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, verdadero factótum del proyecto. Los socios locales de Alstom en el consorcio, bautizado Veloxia, son el grupo Socma, de Franco Macri (al que el Belgrano Cargas reconcilió con el kirchnerismo) y Emepa, de Gabriel Romero, que también se lleva bien con el poder oficial.
El valor del contrato se estima en más de 1.300 millones de dólares y la construcción demandaría de dos y medio a tres años; pero el gobierno le ha asignado al proyecto 60 millones de pesos en el presupuesto 2008 y ha estimado asignaciones de 485 millones en 2009, 972 millones en 2010 y un ``resto'' de más de 10.000 millones. Total: más 11.600 millones de pesos. Al tipo de cambio actual, casi 3.700 millones de dólares. Una de dos: el proyecto será mucho más caro de lo que se dijo, o en los próximos años la inflación carcomerá el valor del peso respecto del dólar.
Otra incógnita
La financiación es otra gran incógnita y en su momento generó rispideces entre el ex ministro de Economía, Miguel Peirano, y el de Planificación, Julio de Vido, de lo que resultó la creación de un área bajo el área de De Vido, con capacidad de aprobar esquemas financieros para proyectos de esa envergadura.
El consorcio adjudicatario ofreció financiar el 80 por ciento a través del área de banca de inversión del Societé Generale, al 5,2 por ciento anual y un plazo de 16 años. ``Es una tasa muy buena, pero primero hay que ver si el proyecto está bien valuado, y para hay que hilar muy fino en la oferta técnica'', dijo un experto del sector ferroviario.
En Córdoba, el TAVE pasaría por Villa María y Marcos Juárez, cuyos intendentes, Eduardo Accastello y Eduardo Avalle, fueron invitados al acto. También concurrirá el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz.
Pero el gobierno santafesino está dividido respecto del proyecto. El ministro de Obras Públicas, Hugo Storero, declaró que un Tren de Alta Velocidad no le parece prioritario y prefiere avanzar en cosas más importantes para la población, como las obras sobre la trágica ruta 19.
Francia es un impulsor de los trenes de alta velocidad en todo el mundo. Bussereau, el ministro que mañana estará junto a Cristina, también está buscando convencer al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, de avanzar por esa vía en su Estado, uno de los más ricos de EE.UU. Ayer mismo, los Estados de Quebec y Ontario y el gobierno federal de Canadá anunciaron que cofinanciarán un estudio de factibilidad para un Tren de Alta Velocidad entre Montreal y Toronto.
Pero Canadá, uno de los países con PBI por habitante más alto del mundo, es reacia a un proyecto tan costoso en relación con sus beneficios. El costo es una de las causas por las que los TAVE (que desarrollan velocidades de hasta 160/180 kilómetros por hora) han tenido, paradójicamente, un desarrollo muy lento: se han concretado sólo siete en más de 20 años. Para la Argentina K, eso no parece ser problema.
Sergio Serrichio(CMI) / Redacción de El Litoral




