Como medidas de prevención se recomienda evitar el contacto con aguas contaminadas y -en el caso de las personas que por su ocupación no puedan evitar la exposición prolongada con dichas fuentes de agua- deben utilizar medios de protección adecuados, como botas y guantes de goma.
Para evitar el contagio de la enfermedad también se sugiere tener mucho cuidado con la higiene y el control ambiental, evitando acumular residuos en el domicilio, desmalezando, eliminando zonas anegadas, limpiando zanjones y controlando las especies animales transmisoras de la enfermedad, fundamentalmente los roedores, aunque también existen otros animales que pueden transmitirla como perros, vacas y cerdos.





