El juez de Instrucción de la Sexta Nominación, Carlos Ferrero, procesó a César Miguel Maldonado, alias “Caca de mono”, por haber atacado a tiros a Sergio Marcelo Amati, el chico de 18 años, que falleció en las calles del barrio San Lorenzo la noche del 11 de abril de 2008.
Maldonado está acusado por el delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de fuego de uso civil en concurso real entre sí”, según se establece en la resolución del 23 de febrero.
El día de la agresión Amati iba caminando con su novia Yamila y una hermana de la chica. Cuando estaban por General López y Lamadrid se les acercó Maldonado, que increpó a la novia del muchacho diciéndole “dame eso”, en relación a un buzo deportivo con las inscripciones del Club Colón.
Aunque desconcertadas por el motivo de la agresión, las dos mujeres reconocieron a Maldonado como el autor de los disparos que pusieron fin a la vida de Amati. Tal como se pudo acreditar, “Caca de mono” abrió fuego hiriendo a su adversario, que intentó huir ante el ataque.
En el piso
No obstante, el agresor lo persiguió varios metros y lo acribilló a balazos en el piso. Los peritos médicos confirmaron que la víctima recibió impactos de bala en la zona de estómago y en el pecho. El arma utilizada apareció más tarde en poder de un amigo del asesino, Alan Aguilar, que resultó procesado por el delito de “encubrimiento”.
El mes pasado, y tras diez meses de su fuga, la policía del departamento Las Colonias lo apresó en la ciudad de Esperanza y lo llevó por averiguación de antecedentes. El joven de 23 años se presentó ante los uniformados bajo el nombre de César Márquez, pero pronto se supo que se trataba de Maldonado, que por entonces se desempeñaba como peón de albañil en esa ciudad.
“Caca de mono” reconoció el crimen ante el juez Ferrero, aunque dio otra versión de los hechos. Su historia, en la que hablaba de que se defendió de un ataque del chico Amati, no pudo ser acreditada y fue descartada de plano por la Justicia.
Sergio Amati tenía 18 años, vivía en barrio Centenario con su familia y jugaba en la 5ta. división de AFA para el club de su barrio. Su muerte causó gran conmoción en el ámbito deportivo.




