El rafaelino de apellido largo que amargó la noche sabalera

Tiene el apellido tan difícil que no condice con lo simple de su historia. Denis Stracqualursi es un problema para los relatores de fútbol y se convirtió en el verdugo de Colón, justo el club del que es hincha fanático, marcándole el gol que le dio a Gimnasia la victoria en el Bosque platense.

“No pude dormir nada. No pegué un ojo en toda la noche, eran las 9 de la mañana y todavía estaba despierto”, fue la frase textual de Denis Stracqualursi, el día después de que conquistará su primer gol en Gimnasia y su primer tanto en la Primera División del fútbol argentino, a los medios platenses que, como el diario El Día, querían contar con la nota al hombre de la noche.

“No tengo ni idea por donde entró la pelota. En el primer momento, lo que me salió fue correr para todos lados, pensar en todo lo que viví. La verdad que se me pasaron diez mil cosas por la cabeza, pero realmente trate de pensar cómo fue el gol y no me acuerdo. Lo único que recuerdo es que llegó el centro al área, vi venir la pelota y cabeceé, escuche el grito, la vi adentro del arco y ahí se me nubló todo”, arrancó explicando el atacante.

Sobre esos recuerdos que se le pasaron por la cabeza, Denis dijo que “ahí nomás saltó a la mente mi familia, mi viejo y principalmente, gente que me ayudó mucho, como Gustavo Barraza, que cuando estaba jugando en Peñarol fue el que me dio al confianza y el que creyó en mí para llevarme a Unión de Sunchales a jugar el Argentino”.

Su historia

Hubo momentos en la vida de Stracqualursi que no se podrán borrar jamás y que no fueron tan buenos como estos que está viviendo ahora. “Hace casi dos años vine a probarme a Gimnasia. Me trajo Gustavo Semino, que es amigo de mi familia. El me dijo que venga, vine en junio e hice una prueba mientras la quinta división estaba en plena competición. Estuve una semana y me dijeron que vuelva en diciembre. Volví en ese momento, entrené una semana también, jugué tres o cuatro partidos y después de que se reunieron me dijeron que no quedaba”, sostuvo “Traca”, como le dicen Madelón y sus compañeros, y luego agregó que: “Estaba jugando en Ben Hur y entrenaba con el plantel del Nacional B. Cuando se fue del club Carlos Trullet todo cambió y nunca me enteré que hubo un problema entre Peñarol, que era el club dueño de mi pase, y Ben Hur. De golpe me tuve que volver a Peñarol, que es un club de la Liga Rafaelina. Entrenábamos sólo tres o cuatro veces a la semana y ahí quise dejar el fútbol, abandonar todo y buscarme un trabajo, ahí saltó mi viejo, al que le debo mucho de todo esto y el que nunca me dejó largar”.

Habló también de sus objetivos personales, que no son más que “hacer goles para salvar a Gimnasia del descenso, quiero poner los pies sobre la tierra y no hacerme la cabeza”.

Las bromas de Madelón

Durante la semana previa al encuentro entre Gimnasia y Colón, el entrenador del Lobo, Leonardo Madelón (con pasado glorioso como jugador en Unión de Santa Fe), le hizo varias bromas a Denis Stracqualursi, por el tatuaje de Colón que el delantero tiene en uno de sus piernas.

“Con Madelón me llevo muy bien, al igual que con el Pirata Czornomaz, ellos siempre me ayudaron y me dieron la confianza. Madelón me cargó toda la semana por el tatuaje de Colón, que me lo hice de chico. Además, Leo es hincha de Unión y por eso me hace bromas, para salir un poco de lo común en las prácticas”, tiro “Traca” entre risas.

Madelón, durante la semana, comentó que “lo gasté al pibe porque le dije: ¿te das cuenta?, un tatengue te hizo debutar, vos que sos tan sabalero”.

“Tengo un tatuaje de Colón en la pantorrilla izquierda y en las primeras prácticas Madelón me lo vio y me decía: ‘tapáte ese tatuaje que conmigo no vas a jugar’ “(risas). Primero me lo dijo medio en serio y después se empezó a reír. Pero en la semana previa a Colón, me hizo practicar toda la semana con las medias altas para que no se me viera el tatuaje”, dijo Stracqualursi charlando con los medios, especialmente con La Opinión de Rafaela, el diario de su ciudad.

También se lo consultó sobre su familia. “Después del partido los llamé y la verdad es que estaban todos muy contentos. Mis viejos, mi familia, el barrio, todos realmente felices, porque todo esto que estoy viviendo es por la gran participación de ellos. Es lo que soñé desde que jugaba en Peñarol, que a veces me parecía que estaba bastante lejos, casi imposible jugando la Liga y cuando llegaba la noche miraba Fútbol de Primera y me preguntaba; ¿Estará lejos esto? Y en un año se dio todo junto y es muy lindo, y saber que si uno hace las cosas bien, viene. Me acordé también cuando me dejó libre Ben Hur y pensé en dejar el fútbol, pero fue mi familia la que no quiso y me obligó a no bajar los brazos”.

Su ficha

21 años de edad

Denis Stracqualurci nació en Rafaela el 20 de octubre de 1987. Desde chiquito, su padre lo traía a Santa Fe a ver a Colón, club del que se hizo fanático.

Trayectoria

Arrancó como jugador en Peñarol de Rafaela y luego pasó a Unión de Sunchales, donde disputó el Argentino A. En ese plantel, jugó con Diego Olivera, un ex de Unión.

19 goles en 20 partidos: ésa fue la marca de Denis en Unión de Sunchales, lo cual hizo que Edgardo Sbrissa lo trajera a prueba a Gimnasia y Esgrima La Plata. Su carrera fue vertiginosa. A principios de este año, jugaba en Rafaela. Luego tuvo un breve paso por Unión de Sunchales y a mediados de 2008 ya estaba incorporado, con 20 años, a Gimnasia. Mide 1,90 metros.

Madelón, el entrenador de Gimnasia, ex Unión, dijo que “desde que llegué a La Plata, el jugador que más evolucionó fue Denis Stracqualurci”.

Curioso: entrenó con medias arriba

Leonardo Carol Madelón es el hombre que hizo debutar a Denis Stracqualurci y seguramente pasará a formar parte de la lista de personas importantes para el rafaelino. Eso sí, le pidió que se entrenara toda la semana con las medias altas. ¿Por qué?, porque tiene tatuado un escudo de Colón en la pantorrilla y, por lo visto, “no debía verse”.

Enojado con algunas versiones: en Capital Federal, un medio escrito señaló que Stracqualurci estuvo en la cárcel cuando era chico y que su padre tenía que concurrir asiduamente a sacarlo. “Eso es mentira, tuve problemas, pero no de esa magnitud”, señaló.