Ramón Díaz seguirá dirigiendo en San Lorenzo porque es "un hombre de palabra", según él mismo se definió, y de esta manera torció un destino que hasta ayer parecía depositarlo nuevamente en River Plate, al que aseguró que quiere volver "como ningún otro".
"Voy a seguir en San Lorenzo porque di mi palabra y eso debe ser un ejemplo para todo el mundo deportivo. Atendí a la gente de River por respeto, ya que querían hablar conmigo, pero les aclaré que tenía un compromiso contraído con este club", dijo el riojano.
El técnico ofreció hoy una conferencia de prensa en la Ciudad Deportiva, al término del último entrenamiento previo al partido de mañana ante Olimpo, por el torneo Apertura, y girando siempre en torno a sus "principios" trató de explicar una "novela" en la que se mezclaron dinero, pasiones, venganzas y sueños.
El primer ítem, el del dinero, tiene cifras concretas: 1.700.000 dólares para el "Pelado" y todo su cuerpo técnico por el año de contrato que firmará entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2008.
De esta suma, Ideas del Sur, la empresa que regentea el empresario y conductor televisivo Marcelo Tinelli aportaría unos 500.000 dólares, según lo acordado en una reunión que se llevó a cabo sobre la medianoche de la víspera en las oficinas del creador de "Bailando" y "Cantando por un sueño", y de la que participaron solamente el dueño de casa, el presidente Rafael Savino y Díaz.
En ese encuentro también se habló de "refuerzos para la Copa Libertadores", algo que hoy Ramón Díaz admitió ante una consulta de Télam.
Las "pasiones" en esta historia tuvieron como eje lo que siente el entrenador por River, al que quiere volver "más que nadie en el mundo", según confesó, pero también por su familia, que fue la que lo convenció de "mantener la palabra empeñada".
Y las "venganzas" son, obviamente, inconfesables, pero le dejaron un dulce sabor al "Pelado" después que José María Aguilar le diera salida de River en 2002 porque no lo convencía "su proyecto futbolístico".
Pasaron cinco años y ahora Ramón Díaz jugó al "gato y el ratón" con Aguilar y su mano derecha, Mario Israel, que fueron a buscarlo con desesperación, casi suplicando, y quedaron no solamente descolocados, sino que también se sintieron utilizados, porque terminaron resultando elementos de presión para que el riojano consiguiera una importante mejora contractual en Boedo.
Es que San Lorenzo subió la oferta inicial para 2008 de 1.200.000 dólares que ofrecía originalmente al 1.700.000.
"A Israel lo llamé hoy para agradecerle por el interés que mostraron en llevarme de nuevo a River, pero le remarqué que tenía un compromiso con esta institución y con su presidente Savino, que siempre me cumplió en todo y no podía defraudarlo", puntualizó un Díaz de prolijas patillas recortadas y camisa blanca italiana.
A su lado Savino asentía y ratificaba, con visos de emoción, los dichos del técnico, en una jornada que era para los hinchas de San Lorenzo casi como la repetición de una jornada tan emotiva como la de junio pasado, cuando ganaron el torneo Clausura.
Finalmente están los "sueños" en esta obra y tienen más que ver con los hinchas genuinos que con sus protagonistas. La Copa Libertadores es el principal, el tan añorado y nunca conseguido. Y si en algo hay unanimidad es en que Ramón Díaz es el capitán indicado para conducir al barco azulgrana hacia ese puerto.
Pero como en toda novela que se precie, también hay sueños rotos, quebrados, postergados, y en este caso son los de otros hinchas, los de River, que ven como su técnico preferido se les escurre de entre las manos de un día para otro.
Porque ayer nadie daba dos pesos por la continuidad de Ramón en el 'Ciclón'. Dicen fuentes vinculadas al técnico que ni él mismo apostaba a eso. Pero de golpe todo cambió. "Es que tengo palabra", enfatizó por enésima vez.
Ramón fue Angel desde que nació, luego se hizo "gallina" y ahora es "cuervo". Las "alas" siempre parecieron estar ligadas a su vida y a sus sueños, para volar donde mejor le conviniera. Su ideal, más allá de River sería dirigir al Inter, pero no lo llaman.
Inclusive ahora dicen que es un "santo de Boedo" más. Pero eso es algo que él nunca fue ni será, según admitió. "Pero tengo palabra", insistió. Y en San Lorenzo le creyeron.
Télam – ElLitoral.com




