De la redacción de El Litoral
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Este lunes comienzan las clases y muchos papás ya están ultimando detalles en relación a uniformes y guardapolvos, útiles escolares y mochilas, para que sus hijos inicien el ciclo lectivo con todo lo que necesitan o, al menos, con lo indispensable para hacerlo.
Pero tal vez no se acordaron de algo fundamental, a la hora de volver al aula: el control de las cabezas de los chicos, para evitar el contagio o la proliferación de los piojos, según el caso. Por eso, El Litoral pretende brindar información y consejos a los padres para que los niños en edad escolar -los más vulnerables a tener esta patología- no sean víctimas de liendres y piojos.
La Dra. Silvia Paredes, jefa del Programa de Dermatología Sanitaria del Ministerio de Salud, aseguró que “la prevención (pasando el peine fino en el cabello y manteniendo una adecuada higiene) es fundamental para evitar el contagio y la creciente reinfestación. Ningún pediculicida es capaz de eliminar todos los piojos y las liendres, y la medida más eficaz es la revisión permanente del cabello con el peine fino, para el arrastre de las liendres”.
También advirtió que “el uso indiscriminado de pediculicidas es tóxico y provoca que los piojos desarrollen una mayor resistencia a los productos. Nunca se debe sugerir dejar un pediculicida en la cabeza del niño sin enjuagar, como forma de prevención”. Informó que “todos los centros de salud brindan atención para esta patología, y también tienen pediculicidas, que se elaboran en el Laboratorio Industrial Farmacéutico de nuestra ciudad. Nunca dejó de faltar este insumo, al menos desde que se elabora acá. Están compuestos por permetrina (el más usado en los productos comerciales que se venden en el mercado) pero acá a veces también tenemos otros productos con lindano”.
Al respecto, aclaró que “no debe haber abuso de estos productos, y en embarazadas y menores de 1 año, no se pueden colocar los mismos productos que en niños más grandes, sino otros”. Sugirió a los papás consultar siempre al médico ante los primeros síntomas, ya que las reinfecciones son permanentes, porque debe haber un acompañamiento profesional por el tipo de productos que se utilizan para combatir la enfermedad, y por las complicaciones que puede traer cuando la pediculosis tiene un tiempo de evolución.
“A veces, con el mismo rascado, el lugar se sobreinfecta y los chicos aparecen en la consulta con los ganglios inflamados. Esto hace que el problema se complique porque hay que suministrarles antibióticos para sacarles la infección y el eccema. De esta manera, el tratamiento se prolonga en el tiempo”, agregó.
Paciencia y persistencia
La profesional también recomendó realizar el tratamiento con pediculicidas, con pausas de no menos de 15 días, que es el tiempo que dura el ciclo biológico del parásito. En todos los miembros de la familia, si es posible.
En este sentido, insistió en recomendar usar el peine fino (desde la raíz del pelo hacia las puntas) y revisar la cabeza de los chicos periódicamente (detrás de las orejas, la nuca y el flequillo), al tiempo que sugirió que es conveniente que los chicos tengan el cabello corto, tanto por una cuestión higiénica como por la practicidad del peinado, tanto para la mamá como para la maestra y el niño.
Asimismo, aconsejó que “las nenas deben ir a la escuela con el cabello atado y las maestras deberían controlar o impartir alguna información hacia los padres. Pero ocurre que este tema es tabú, como la sarna, y muchas veces no se quiere decir que el chico está en tratamiento. Está muy arraigado el concepto de que es exclusivo de los estratos sociales bajos, lo que no es cierto”.
Paredes aclaró que “el vinagre es ácido acético y es lo que se utiliza para eliminar la liendre que está pegada al cuero cabelludo, a través de una sustancia que se denomina quitina o creatina. Pero hay productos que ya vienen con un ácido acético especial, que viene en algunos champúes. La permetrina es un producto paracitida, es decir, que mata el parásito, el piojo adulto, pero no ovicida, para el huevo (la liendre). En estos casos es cuando hay que usar el ácido acético o el vinagre”.
En este sentido, agregó un dato clave: “Como el vinagre no mata el piojo, se debe complementar la limpieza pasando un peine fino para retirar la liendre muerta (cuando es blanca) y la viva (cuando es plateada oscura y de donde salen los piojos). Incluso esto tiene que ser un trabajo cotidiano para retirar también los piojos adultos, que son los que se van contagiando”.
Los piojos son insectos hematófagos, es decir que se nutren de la sangre de las personas para poder sobrevivir. Los niños en edad escolar son los más vulnerables para contagiarse.
Para combatirlos y erradicarlos
La Sociedad Argentina de Dermatología -www.sad.org.ar- tiene un decálogo para su campaña contra la pediculosis con recomendaciones para combatir y erradicar los piojos, como consultar siempre al pediatra, dermatólogo y/o médico generalista; usar tratamientos indicados por el médico y no abusar ni automedicarse; evitar el uso de derivados del petróleo (kerosén) y productos de uso veterinario (pipetas), ya que su efecto es tóxico y nocivo para la salud del niño y la embarazada.
También plantea que los piojos se contagian por contacto directo y por eso no se deben compartir en el colegio o la colonia de vacaciones elementos de uso personal (como peines, toallas, vinchas, gorros, pañuelos).
Por su parte, la Sociedad Argentina de Pediatría -www.sap.org.ar- también ofrece consejos, entre los que se cuenta remover liendres y piojos tres veces por semana (sugiere el domingo, por ser el día anterior a la vuelta a la escuela) y aconseja que el uso adecuado y permanente del peine fino es la medida de prevención y control más eficiente, ya que permite terminar con las liendres que pueden quedar adheridas al pelo.
Respecto de las medidas de prevención propone: usar el shampoo, la crema o la loción recetada por el médico, lavar la ropa en agua y secador calientes, planchar la ropa de vestir y de cama, hervir peines y cepillos, no afeitar el pelo. En el colegio: mantener el cabello limpio, usar el pelo corto, y si está largo, recogido, revisar periódicamente la cabeza de los niños, en especial detrás de las orejas y en la nuca, no apoyar la cabeza directamente en el suelo, el pasto o la arena. En lugares de juego: no apoyar la cabeza directamente en la arena de la plaza y de la playa, utilizar gorras de baño en la pileta de natación.
Por un comienzo de clases sin piojos
Desde El Litoral, les proponemos a los lectores que los domingos del mes de marzo, realicen un control y tratamiento contra la pediculosis. Si realizamos esta “tarea” en el hogar, podremos mermar la cantidad de estos insectos, y nuestros niños podrán tener un mejor desempeño escolar. Esperamos contar con el compromiso de los padres por la salud de sus hijos.






