La generación dorada del básquetbol argentino vive con tranquilidad las horas previas a la última semana de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde buscarán defender la medalla de oro conseguida en Atenas, algo que no será para nada sencillo.
Los dirigidos por Sergio Hernández jugarán mañana, a partir de las 11 de Argentina (las 22 hora local), ante Rusia, que ya no tiene chances de avanzar en estos Juegos Olímpicos.
Pese a tener este partido por delante y a la presión, porque todos le reclaman repetir lo de Atenas 2004, los integrantes de la generación dorada viven sin histerias y desde Emanuel Ginóbili al último suplente aceptan charlar sobre lo que se viene.
A diferencia de lo que pasa con el fútbol, las estrellas del básquetbol argentino, cuyos integrantes tienen más pergaminos que la mayoría de los dirigidos por Batista, no tienen problemas en estar rodeados de gente, charlar en forma amena con cualquier periodista.
Mientras los otros se esconden, se pelean entre ellos, como sigue sucediendo con Lionel Messi y Juan Román Riquelme, y hacen un culto del trabajo pero hace una semana que no se entrenan.
‘Nosotros estamos tranquilos, sabiendo que estamos bien y que hay cosas que debemos mejorar. ¿Si nos presiona que nos digan que tenemos que ganar la medalla de oro? No para nada, porque es lo que nos gustaría a todos, por más que sea muy difícil‘, le dijo a Télam Ginóbili.
A menos de 24 horas de su última presentación en la fase de grupos, los dirigidos por Sergio Hernández se mostraron distendidos y tranquilos en la Embajada Argentina en China.
Los únicos que estuvieron ausentes en la noche de China fueron Carlos Delfino y Fabricio Oberto, quienes se quedaron en la Villa Olímpica debido a que tienen algunas molestias físicas, que no le impedirán ser de la partida mañana.
‘Yo creo que estamos muy bien, el equipo mostró muy buenos momentos en estos Juegos Olímpicos. Sabemos que tenemos que seguir mejorando, pero estamos tranquilos‘, le dijo a Télam Leonardo Gutiérrez.
Muchos esperaban que los jugadores que dirige Hernández se mostraran esta noche con fastidio pero sucedió todo lo contrario.
Ginóbili y Scola hablaron de todo y con todos al lado de la parrilla, mientras servían carne argentina y los demás jugadores se despejaron hablando de fútbol, escuchando historias que pasaron por River y Boca, hasta llegar a Platense.
‘Acá no hay misterios. Nosotros nos preparamos de la mejor manera posible y creo que estamos haciendo un buen papel, teniendo claro cuales son nuestras virtudes y cuales son nuestros defectos‘, contó Hernández.
Si el seleccionado argentino de básquetbol finaliza segundo en su grupo es probable que tenga que jugar ante Grecia, por los cuartos de final del certamen olímpico.
Y luego en semifinales le tocaría el poderoso Dream Team de Estados Unidos, que vino a China para quedarse con la medalla de oro.
Pasaron cuatro años de Atenas y las coincidencias son muchas, porque en cuartos de final y en semis les podrían tocar los mismos rivales.
‘Ojalá se repita la misma historia‘, dijo hoy Ginóbili, quien esperó por un largo rato a Diego Maradona, porque alguien en forma equivocada le había comunicado que se iban a poder encontrar en la embajada argentina en China.




