Rodrigo Orellano [email protected] Nicolás Loyarte [email protected] de la redacción de El Litoral.com El campeón del mundo de boxeo Carlos 'Tata' Baldomir arribó en una camioneta al aeropuerto de Sauce Viejo a las 18.54. En ese momento había sol, pero cayó una leve llovizna que se terminó al minuto. Una bendición. Allí lo esperaban unos trescientos santafesinos entre los que se encontraban su familia y sus amigos. Luego de una conferencia de prensa organizada por la Municipalidad de Santa Fe, Baldomir fue subido a un camión hidroelevador desde donde saludó a las miles de personas que se sumaron a la caravana y lo saludaron desde la ruta. Cuando llegó a la cancha de Colón Baldomir se emocionó igual que la gente. Lo distintivo del recibimiento lo dieron algunos santotomecinos que se acercaron a las avenidas Luján y 7 de Marzo con plumeros en sus manos. Música, bocinazos y mucho afecto pudo vivirse en la llegada del hijo pródigo. Grupos musicales lo esperaban con música y hasta una canción compuesta especialmente para él cantada por el grupo 'Los Tekilas'. Tras saludar al público sabalero que se congregó en la cancha del Club Atlético Colón, Baldomir subió nuevamente a la camioneta hidroelevadora y fue trasladado por la ciudad. Tomaron calle Zaballa, avenida Freyre, bulevar Pellegrini y Gálvez, avenida 7 Jefes, para terminar en la costanera frente al monumento a Carlos Monzón, pasadas las 22. En la conferencia de prensa agradeció a Brussa, a Lemos, a su familia y a todos los santafesinos que estuvieron pendientes de su resultado el sábado último. Lo más destacado que dijo el 'Tata' fue que estaba seguro que todo esto no iba a cambiar su forma de ser. Además agregó que no dejará que su padre siga vendiendo más plumeros en las calles pero pidió por favor que sigan comprando esos plumeros, que son mucho mejores que los que venden en supermercados. ¿Te imaginaste este recibimiento? Yo hablé con Graciela (su mujer) y ella me comentó de la expectativa que había en el país. Siempre tuve fe de llegar al título pero no creí que iba a ser para tanto. Esto no es nada de acuerdo a lo que te espera Sí. Lo que me espera dentro de unos meses, por todas las peleas que se vienen, y por lo que va a ser mi futuro. ¿Tocaste el cielo con las manos el sábado? Sí, sabía que era difícil. Para mi ganar el título era tocar el cielo con las manos. Y la verdad que lo logré. Siempre admiré a todos los campeones, porque yo quería saber qué es lo que se siente ser campeón mundial. Por un día, por un mes, para saber qué se siente. No se paga con nada. ¿Qué palabras tenés para Santa Fe? Brindarme y agradecerles de corazón por todo lo que han hecho y por el cariño. Me conmueve mucho. ¿Tuviste miedo de que la decisión final del jurado no hubiese sido justa? Miedo no. Estaba tranquilo porque me habían dicho que los jueces eran muy correctos, y que la comisión de Nueva York era la mejor de los Estados Unidos, entonces estaba tranquilo, sabiendo que si la pelea llegaba a 12 rounds iba a ganar, siempre lo dije porque lo habíamos estudiado muy bien y si se daba así lo iba a ganar. ¿Qué son Amilcar Brusa y José Lemos para vos? José es todo. Son 16 años juntos. Trabajamos para esto. Con Brusa fue un honor. Lo conocí hace mucho tiempo, pero aprendí mucho trabajando con él. Como boxeador y como persona. Son cosas que Dios te pone para llegar a este momento. ¿Qué viene ahora en tu vida? Creo que estoy preparado para esto. Tenía mucha fe que iba a ser campeón. Tranquilo, ahora soy el campeón y el que decide con quien pelear soy yo; donde estén las mejores bolsas. Por ahora tranquilo y con mi familia, que hace casi seis meses que no estoy con mis hijos y mi esposa. Y disfrutar de este momento, porque sufrimos tantos años... yo vengo de muy abajo, siempre laburé para ganarme la diaria y hoy todavía cuando hablo de eso no reacciono de lo que hice y lo que significará para el futuro de ellos (señala a sus hijos que los tiene en brazos durante la conferencia de prensa). ¿En qué pensaste esos 10 segundos luego del fallo? En ellos (sus hijos), porque yo sabía que ganaba y salvaba el futuro de ellos. Miré al cielo y dije muchas gracias por ser campeón. La verdad que lo que sentí ahí es algo enorme. ¿Te esperabas semejante recibimiento en Buenos Aires? No tanto. Esperaba porque tenía que decir algunas cosas que me guardé por muchos años y las pude decir y sacarme todo eso que tenía adentro. Había hecho tantos triunfos afuera y nadie me daba importancia. Yo quería decírselos y que lo escuche el país entero. Son pocos los que me conocen, ahora me van a conocer todos, pero antes decían '¿quién es Baldomir, no lo sentí nombrar nunca?'. ¿Cuándo se te cruzó por tu cabeza Carlos Monzón?, con esta victoria en el Madison, justo a un día de su fallecimiento. De Carlos siempre me acuerdo. Inclusive cuando se cumple un aniversario le pido fuerza. Por suerte esta vez se dio. En cierto momento de la pelea tuviste la oportunidad de tirar a la lona a Judah, ¿te diste cuenta o fue parte de la estrategia? Seguro. Yo lo tenía knock out y un poco lo protegió el réferi, que lo agarró y se metió en el medio para que yo no lo pueda definir. Y después le conté a mi equipo que si a mi me daban perdida esa pelea no me lo iba a perdonar nunca porque se me había escapado de poder noquearlo. Por suerte gané el título. ¿Qué pensaste cuando recibiste esa trompada antes de la pelea? Estaba bien frío, porque él era el que habló, el que dijo que me iba a dar 30 segundos de fama, él dijo tantas cosas; yo estaba tranquilo. Entramos los dos juntos al estadio y me empezó a decir de todo junto a los que lo acompañaban. Yo le dije: 'Esperá'. Cuando chocamos los guantes y me pegó el puñete, con seguridad que estaba desconcentrado, muy nervioso y yo bien confiado. Sabía que le ganaba. ¿Cuando terminó la pelea el réferi te dijo: felicitaciones, sos campeón? Sí, él me dice 'campeón, campeón'. Yo lo miro y digo: 'no, no puede ser'. Porque él no da las puntuaciones, pero como agarra las tarjetas de puntuación de cada round parece que como iba viendo aseguró que yo iba a ser campeón. Pero hasta que no dieron el fallo no me sentía campeón. ¿Qué cosas cambiarán en tu vida, Carlos? Sé lo que hice, sé lo que va a venir. Me va a cambiar todo, pero yo se que no me va a cambiar lo que soy como persona. Voy a seguir siendo el mismo. Para que a mis hijos no les falte nada yo tengo que estar bien frío. Pero sé que va a cambiar mucho, porque voy a ser conocido, voy a recorrer muchos lugares peleando. ¿Cuándo vas a defender el título? Quizá cuatro meses, cinco o seis. ¿Puede haber una revancha con Judah? No. Brusa te va a acompañar en esta nueva etapa? Sí, hasta el final. Nos vamos a retirar juntos, yo le digo; yo dejo de ser campeón y él deja de ser entrenador. ¿Ahora las mujeres van a tener que ir a comprar plumeros a otro lado, no? No, no. Yo les digo a las mujeres, a las amas de casa que sigan usando el plumero, que sigan comprando a los muchachos que están vendiendo en la calle. Los que venden en la calle son los mejores plumeros, no los que se venden en los supermercados. (Risas y aplausos de todos los presentes). Yo le dije a mi viejo que si era campeón él no iba a vender más plumeros en la calle. No se lo que va a ser para él estar todo el día ahí en mi casa, pero bueno, son 40 años vendiendo plumeros en la calle. Luego de responder las preguntas del periodismo santafesino fue subido a un camión hidrante para ser paseado por toda la ciudad de Santa Fe, la ciudad que lo vio crecer, donde aprendió su profesión de vendedor ambulante, donde se sacrificó para salir adelante y disfrutar de este su momento de gloria. Baldomir puede disfrutar de este homenaje santafesino que se prolongó hasta altas horas de la noche. Por donde lo llevaron La Caravana recorrió las calles Bv. Zavalla, Av. Freyre, Bv. Pellegrini y Bv. Gálvez, Costanera, terminando el recorrido en el Monumento a Monzón. Como fue su arribo a Ezeiza Pasado el mediodía arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza el campeón del mundo Carlos 'Tata' Baldomir y fue recibido por todos los medios nacionales. Una de las preguntas que le hicieron fue cómo se sentía con esta obtención, el 'Tata' respondió: 'pensé en no pelear más porque estuve muchos años esperando para pelear por el título del mundo. Gracias a Amilcar Brussa y con la fuerza de mi familia a quines no podía defraudar llegué a esta oportunidad y no la dejé pasar'. 'Zab Judah nunca me pareció un rival invencible. En la conferencia de prensa antes de la pelea unos monitores mostraban todos sus nock out y el me señalaba hacia ellos y me decía ¡eso te va a pasar a vos!. Todo lo que él hizo y dijo a mi me sirvió para tomar fuerza y vencerlo dentro del ring.' Los periodistas le comentaron que el último lunes su padre había salido a vender plumeros por las calles de Santa Fe, pero su respuesta fue contundente: 'Lo voy a matar a mi papá. Yo antes de la pelea le dije que iba a ser campeón mundial y que él no iba a vender nunca más plumeros. Así que a partir de ahora no se venden más plumeros. 'Para mí es un honor haber ganado justo el día que se conmemoraba un nuevo aniversario de la muerte de Carlos Monzón.'




