La 34a. edición del tradicional Maratón Río Coronda tuvo hoy un inicio con los santafesinos a pleno, puesto que tanto Celeste Puñet como Rafael Pérez, representantes de nuestra ciudad, eran los máximos protagonistas de la competencia, hasta el cierre de nuestra edición. La largada de la competencia comenzó diez minutos pasadas las 10 de hoy, con mucho público presente en las dos costaneras que abrazan a nuestra laguna Setúbal. Así, la gente se unió a los nadadores, que desde una plataforma especialmente construida debido al alto nivel del agua que no dejó lugar para que haya algo de playa en el complejo de Piedras Blancas, arrancaron la larga travesía que finalizaba 57 kilómetros más adelante, en Coronda. En los primeros metros arrancaron en punta el argentino Damián Blaum y el alemán Alexander Studzinsky, pero al pasar la primera boya con rumbo al norte, el grupo se hizo compacto, con el +Rafa+ Pérez a la cabeza. Al llegar a la boya frente al ex puente del ferrocarril se dio la primera estrategia de la competencia, puesto que Pérez se separó del pelotón y siguió por el lado de la costa, para entrar directo a la boya de la costanera oeste en forma longitudinal. Mientras tanto, Blaum, Studzinsky y el resto de los competidores tomaron por el medio, en línea recta a la boya. El resultado fue que Damián Blaum salió primero, el búlgaro Tihomir Ivanchev segundo, en tanto que el +Rafa+ quedó sexto. Por su parte, la santafesina Celeste Puñet era la primera dama en la clasificación. Se unen las embarcaciones A la altura del Puente Colgante se dio otro plan de carrera, ya que Blaum eligió ir por la costa seguido por el pelotón, en tanto que Pérez volvió a cambiar su elección con respecto al resto y se volcó al medio del río. En este punto se unieron a los nadadores las numerosas embarcaciones, que este año superaron incluso en número a las del año pasado, dándole al río el colorido característico, y sobresaliendo sobre todo las que compartían banderas de los dos clubes de Santa Fe -Colón y Unión-, como así también los disfraces en muchos de los ocupantes de las lanchas, que aportaron su alegría, con música y redoblantes. A la altura del club de Regatas, cambiaron las rutas con respecto a lo descripto previamente: Blaum fue por adentro y +Rafa+ buscó la costa. Ahí el bonaerense ingirió alimentos y por eso fue superado por primera vez por el alemán Studzinsky. Ritmo sostenido Cuando pasaron por el puerto local, con 37 minutos de competencia transcurridos, se conformó un pelotón compacto por la margen derecha del río, por donde tomaron Blaum, Pérez y Studzinsky, entre otros, relegando a unos 50 metros al campeón mundial Petar Stoychev. Studzinsky le puso mucho ritmo a la competencia, e incluso por momentos sorprendió al nadar estilo espalda, junto al resto del pelotón. A la altura de los elevadores de granos se vieron los primeros carteles indicadores de los guías. A Blaum le marcaban 82 brazadas por minuto y le recomendaban suave y largo. Por su parte, a Rafael Pérez el guía le puso: Petar (Stoychev) especula atrás. La gran sorpresa Cuando los nadadores pasaban frente a Marinas Puerto se produjo la sorpresa mayor en lo que iba de la carrera. A los 47 minutos de competencia, y en un corte espectacular siguiendo la estrategia del guía Luis Peña, Celeste Puñet se tiró al centro del río y le sacó 50 metros a los varones, con un gran ritmo y un nado sostenido, superando muy bien la gran cantidad de camalotes que había en la zona. Frente al Card siguió todo así, con la santafesina primera por el medio del río, recibiendo el aplauso y la ovación de la mucha gente presente en la costa. Tras ella venía un pelotón de cinco nadadores, encabezados por Blaum, el italiano Valenti y el búlgaro Ivanchev. 'Rafa' Pérez había quedado sexto. Un vado santafesino A la entrada de la siempre conflictiva zona del vado, la líder de la prueba era la santafesina Celeste Puñet, sosteniendo su sorpresiva labor, seguida por el también local Rafael Pérez. Así, los representantes de nuestra ciudad, realizando acertadas estrategias, levantaban los aplausos y el apoyo de la gente, que alentaba sus ilusiones para que siguiera así por el resto de la competencia.
