Godoy Cruz de Mendoza, el próximo rival de Unión, pasó por Rafaela dejando una imagen tibia, descolorida, totalmente a contramano de su reciente historia en la máxima categoría del fútbol argentino y lo que se espera para este torneo. Atlético le ganó merecidamente 1 a 0, dejándolo en evidencia para su próximo compromiso en Mendoza.
Los jugadores de Batista no le escaparon a la medianía que los envuelve en el presente torneo. En la primera parte no tuvieron profundidad, y entonces apenas de a ratos llegaron al arco que defendía Pezzuti. El déficit del equipo de Godoy Cruz pasó por la incapacidad del "10" Luis Ovelar para crear el juego asociado, por lo que todo se hizo complicado y dependió de alguna jugada del "9" Leopoldo Gutiérrez o de Claudio Garín, su hombre de mayor proyección por el sector derecho. Igual, en esto tuvo mucho que ver el planteo de Batista, que priorizó los cuidados y el esfuerzo sobre la inspiración. Algo de Vallés por izquierda en proyecciones, un par de remates de un buen jugador como Enzo Cappa, la presencia de Gutiérrez y poco más. Gerardo Solana no se animó y, como dijimos, Ovelar, careció de precisión. El resto estaba para defender. Por todo eso, Godoy Cruz tenía poco y nada la pelota y dependía de un disparo desde lejos o de una jugada de pelota parada, y si a eso le sumanos la temprana expulsión de Darío Salomón, el equipo de Batista tuvo un inicio con sustos mayúsculos que no pudo solucionar con el paso del tiempo.
A todo esto, Atlético de Rafaela aportaba a la causa con un buen partido y eso no hacía más que complicar al equipo tombino.
En la parte final, no fue mucho lo que cambió. Godoy Cruz sumó emoción y entrega, mientras que Rafaela estaba cada vez más cerca del segundo.
El equipo de Batista nunca pudo empatar, se quedó en el intento y terminó condenándose solo. No es mucho lo que mostró en su paso por Rafaela, y ahora resta saber cuál será la actitud ante un equipo protagonista como Unión, en su cancha y ante su público.





