Mejor que todos los huevos de chocolate juntos y que cualquier otro regalo, Agustina De Giovanni recibió, en el fin de semana de Pascuas, los números que la llevaron camino a Beijing: 2.31.15 fueron los minutos, segundos y centésimas exactas que la convirtieron en la representante argentina de los 200 m pecho y poseedora de la nueva marca histórica. “Estuve cuatro días a pleno, compitiendo para la Universidad, y el quinto era mi carrera. Estaba agotada pero sabía que ésa era una oportunidad que no podía perder”. Actualmente, la santafesina que tantas alegrías le dio a la natación local y nacional, estudia en la Universidad de Alabama, Tuscaloosa en el Estado de Alabama, Estados Unidos, donde además entrena y se perfecciona para ser una de las mejores del mundo.
—¿Cómo fue tu preparación a lo largo del año? ¿Te habías propuesto los JJ.OO. como la meta de 2008?
—La temporada empezó luego de una larga rehabilitación, consecuencia de una lesión que tuve en los Panamericanos el año pasado. Preparándome para los Juegos Panamericanos me lesioné la parte inferior de la espalda. Debido a eso, estuve siete semanas sin agua (sin nadar). La rehabilitación fue lenta y dolorosa, y comencé a entrenar paso a paso. Mi primer objetivo eran los nacionales de USA, que eran anteriores a los Juegos; pero naturalmente, mi mente sabía que mi posibilidad para las Olimpíadas estaba en juego. La clave fue hacer paso a paso y dio resultado... Entrené muy muy duro, más que nunca en mi vida.
—¿Conocés el nivel del equipo argentino de natación que viaja a los Juegos?
—El hecho de estar fuera del país complica tener un conocimiento serio, pero por lo que sé es muy bueno.
—¿Cómo te sentís vos para estos juegos?
—Preparada y tranquila.








