Martín Ríos, el denominado "tirador serial de Belgrano" fue absuelto hoy por inimputable y será recluido en un instituto neuropsiquiátrico del Servicio Penitenciario Federal (SPF), en un fallo que fue cuestionado por los padres de Alfredo Marcenac, el joven asesinado por el acusado en 2006.
El Tribunal Oral en lo Criminal 12 porteño consideró que Ríos no comprendió la criminalidad de sus actos ni pudo dirigir sus acciones al momento de cometer los cuatro ataques a balazos que se le imputaron, entre ellos el que finalizó con el crimen de Marcenac (18), el 6 de julio de 2006 en la avenida Cabildo al 1700, del barrio de Belgrano.
En un fallo unánime, los jueces Ana Dieta de Herrero, Carlos Bruno y Alfredo Rizzo Romano dispusieron una "medida de seguridad" para que Ríos quede alojado en la Unidad 20 del SPF que funciona en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda -donde actualmente está detenido-, hasta que "cese el estado de peligrosidad" para sí y para terceros.
Los magistrados resolvieron que Ríos sea sometido a los tratamientos psiquiátricos necesarios y que con el paso del tiempo se le hagan nuevos peritajes para establecer su estado de salud mental.
El padre de Alfredo Marcenac aseguró hoy a Télam que el fallo que declaró inimputable a Ríos, "es vergonzoso" y culpó a los jueces de no haber leído correctamente el expediente.
"Estos tres señores del tribunal oral no supieron leer el expediente. No sabían lo que estaba escrito allí, y ahora serán responsables con lo que pase en el futuro con este hombre", dijo Marcenac.
Mónica Bouyssede, la madre de la víctima, manifestó a Télam: "Estos son los jueces que tenemos, hay que recordar bien los nombres, porque deberán hacerse responsables de las próximas muertes de este asesino".
"Estos jueces van a ser los responsables cuando seguramente los mismos peritos digan en unos meses con la misma liviandad que Ríos está compensado", añadió la mujer.
"Con este fallo el Estado nos vuelve a victimizar. Primero el Estado le permitió a este asesino tener un arma y ahora, a través de sus jueces, dicta este fallo inadmisible", agregó Adrián Marcenac.
El fiscal del juicio, Carlos Giménez Bauer, quien había solicitado en su alegato la pena de reclusión perpetua para Ríos, adelantó a los padres de Marcenac que en los próximos cinco días hábiles que tiene de plazo apelará el fallo ante la Cámara de Casación Penal.
La sala de audiencias del edificio de Lavalle 1171 estuvo hoy colmada como lo estuvo en las siete jornadas anteriores del debate que se inició el 3 de junio pasado.
Los Marcenac estuvieron acompañados por decenas de familiares y amigos que viajaron especialmente desde Necochea -su ciudad natal-, aunque en la sala sólo pudieron pasar unas 40 personas.
Ríos estuvo presente durante la lectura del fallo con la misma actitud que tuvo las pocas veces que estuvo presente en las audiencias: mirada al piso, balanceándose de adelante hacia atrás (movimiento de "rocking") y completamente abstraído de lo que pasaba o decían a su alrededor.
Los padres de Marcenac, en cambio, escucharon sentados el veredicto con una evidente tensión.
Al escuchar el fallo absolutorio, Bouyssede clavó su mirada en cada uno de los tres jueces y moviendo su cabeza de un lado al otro hacía un gesto que denotaba que no podía creer lo que estaba escuchando.
A los dos hermanos mayores de Alfredo, Lucía y Juan Enrique, se les llenaron los ojos de lágrimas, se tomaron de la mano y reaccionaron colocándose en el pecho la foto de su hermano asesinado con la leyenda "Justicia", pese a que por disposición del tribunal, tenían prohibido exhibir carteles en la audiencia.
Si bien los fundamentos se conocerán en los próximos cinco días y sólo se leyó la parte resolutiva, los jueces arribaron a la misma conclusión a la que había llegado durante la investigación el fiscal de instrucción Mariano Solessio, quien había solicitado a fines de 2008 el sobreseimiento de Ríos por inimputable.
Lo concreto es que la materialidad y la autoría de los hechos jamás fue cuestionada por la defensa del "tirador", pero de los 17 peritos que analizaron la salud mental de Ríos y declararon en el juicio, 12 -entre ellos 10 oficiales-, sostuvieron que padecía una esquizofrenia que lo hacía inimputable.
Incluso los peritos de la defensa sostuvieron que Ríos "no distingue entre jugar a la PlayStation o estar en la calle matando gente" y que debe estar internado "de por vida".
Ahora será un juez de Ejecución Penal el que siga el tratamiento que Ríos tenga en la Unidad 20 del Borda y además, que un juzgado civil se haga cargo de su curatela.
Por disposición del TOC 12, la pistola Bersa Thunder calibre 380 con la que Ríos asesinó a Marcenac y cometió otras 11 tentativas de homicidio, deberá quedar en depósito en el Registro Nacional de Armas (RENAR), el mismo organismo que le permitió a este hombre tener un arma.
Télam





