Este texto no está "imprimido", debido a que usted lee una edición digital del periódico El Litoral.com, y el soporte no es papel, por lo que este texto está editado digitalmente. Así fue aceptado el término por especialistas que lo incluyeron en el nuevo diccionario de dudas. El Diccionario panhispánico, con más de 7.000 entradas y editado por Santillana, fue presentado hoy por el titular de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, y los escritores Sylvia Iparraguirre y Santiago Kovadloff. "Prever" por conjeturar, se conjuga como "ver" y son incorrectas las formas "prevee"; "preveyó" y "preveyendo", en lugar de "prevé"; "previó" y "previendo". "Imprimir" tiene dos participios: el regular "imprimido" y el irregular "impreso" y los dos son válidos. La grafía recomendada para ese topónimo es México, pero su pronunciación es "Méjico", al igual que sus derivados "Mexicano" y "mexicanismo". El sistema de grabación "video" se adaptó al español con dos pronunciaciones "vídeo", la esdrújula y "video", la llana. El anglicismo "overbooking", puede ser reemplazado por "sobreventa" o "sobrecontratación". El plural de "escaner" es "escáneres" y se recomienda no escribir en su idioma original "baipás" y "pádel". "Este Diccionario es Panhispánico porque en su elaboración trabajaron las 22 Academias de la Lengua y porque además de dar cuenta de la norma común a todo el ámbito hispanohablante, reconoce, cuando existen, las diferencias entre la norma española y la americana, o entre la de un determinado país o conjunto de países y la que rige en el español general", explicó Barcia. Se indicó que es "normativo" pues "basa sus juicios y recomendaciones en la norma que regula hoy el uso correcto de la lengua española". Cómo se escribía En su interior contiene "letras del abecedario y su pronunciación"; el "uso de la tilde, las mayúsculas y los distintos signos de puntuación"; las "palabras de acentuación dudosa o con doble acentuación admitida"; "vulgarismos gráficos frecuentes y palabras con variantes gráficas admitidas" y "expresiones que pueden escribirse (o no) en una o en varias palabras". Figuran asimismo verbos irregulares; verbos regulares que plantean dudas de construcción y régimen; modelos de conjugación verbal; dequeísmo y queísmo; leísmo, laísmo y loísmo; forma y uso de numerosas construcciones y locuciones; voces usadas con sentidos impropios; calcos semánticos censurables; neologismos y extranjerismos de uso corriente en español y topónimos y gentilicios de grafía dudosa o vacilante. El Litoral.com / DyN




