Tal vez no lleguen a estos extremos, pero las denuncias por violencia familiar y maltrato infantil se incrementan en la ciudad de Santa Fe y sorprenden, incluso, a los especialistas que desde hace años vienen trabajando en la problemática.
La psicóloga Laura Manzi forma parte del Centro de Asistencia a la Víctima del Delito, de la Defensoría del Pueblo. Desde su lugar insiste en la prevención y en la necesidad de buscar ayuda ante casa caso sospechoso.
A la hora de evaluar qué puede ocurrir en una persona que toma la determinación de acabar con la vida de sus hijas, Manzi resaltó que ``en toda relación de violencia hay una característica de posesividad y de control sobre el otro. En realidad, el otro no está reconocido como alguien diferente''.
Tal vez por ese motivo, ``los casos de mayor violencia que han terminado en muertes y suicidios se producen en momentos en que la otra persona -en este caso la esposa del homicida- toma una decisión de separación. El no reconocimiento del otro como otro, impide la aceptación de que ese otro tome una decisión de la que el violento se vea excluido''.
Estas características se repiten. En general, los asesinatos de mujeres se producen cuando éstas ya se han ido de sus casas o plantearon la necesidad de hacerlo.
“Momento psicótico”
La especialista consideró que la situación de ``empuñar un arma y matar a los que se suponen seres queridos representa `un momento psicótico'''.
De todos modos, aclaró: ``No estoy diciendo que haya sido una persona psicótica, pues de hecho ya tenía antecedentes de violencia contra su esposa. Lo que planteo es que fue `un momento' de pérdida del control, donde la realidad externa se borra y la interna o la subjetividad pasan a ser el único parámetro''.
Manzi insistió en que ``ese momento de pérdida de control no implica que no haya tenido antes la capacidad de pensar y saber lo que hacía''.
¿Por qué se produce el suicidio, si los agredidos son siempre los demás?
“El suicida -explicó la psicóloga-, al matarse elimina a todos. El mundo no existe más. El suicida no sólo se autoagrede, sino que termina con todos''.
En este caso, el homicida optó por matar a sus hijas, pero ``como una forma de agredir a su mujer. Es muy común que se utilice a los hijos como arma para dañar al otro. El mensaje es `mato a lo que vos más querés'''.




