Por Mónica Ritacca - mritacca@ellitoral
La relocalización de las familias que habitan en los pabellones de la Ruta Nacional 168 tiene un nuevo capítulo. Es que la determinante decisión de la Municipalidad de reubicarlas en Villa Teresa, es decir, en el noroeste de la ciudad, cambió de rumbo y ahora es la jurisdicción de La Guardia Centro la que los recibirá. Los vecinos de dicha zona costera no recibieron con agrado la noticia y se oponen a que las estructuras de chapa se levanten allí porque, entre otros motivos, el lugar elegido es un espacio público del barrio.
A las 8 de la mañana, el llamado de Rodolfo López a esta redacción advirtió que la resistencia que pusieron de ser llevados al noroeste de la ciudad valió la pena. Es que, según sus palabras, “llegamos a un acuerdo muy bueno con la Municipalidad y nos van a reubicar en La Guardia Centro, más exactamente, detrás del Makro”.
Una hora más tarde, El Litoral llegó a la 168, donde el panorama era completamente diferente del observado ayer: todas las pertenencias de las familias habían sido sacadas del interior de los módulos, a la espera de ser llevadas al lugar acordado, mientras sus integrantes tomaban mate, sentados distendidamente en los sillones, y los empleados municipales desarmaban las estructuras y las cargaban en camiones de gran porte.
“Llegamos a un acuerdo muy bueno, en un lugar que va a ser pura y exclusivamente para nosotros: La Guardia Centro. Ahí vamos a estar un tiempo habitando en los pabellones y, a medida que vayan trayendo los materiales y haciendo las casas, los dejaremos de usar”, comentó un hombre de apellido Hernández. En detalle, contó que a la noticia la recibieron ayer por la tarde, cuando personal municipal les avisó de la existencia de un triángulo de tierra en zona de La Guardia Centro disponible para edificar sus viviendas.
Cabe señalar que la aceptación de las familias derivó en la firma de un acta acuerdo entre sus integrantes y la Municipalidad. “La verdad es que nos gusta el lugar y por eso accedemos a irnos. En total, son siete lotes, de 10 metros por 16,54 cada uno, y ya los sorteamos”, refirió Celestino.
El acta acuerdo
El documento, firmado por las familias de los pabellones y tres funcionarios municipales, bajo el nombre de un acta acuerdo, expone como objeto que “la Municipalidad de Santa Fe asume el compromiso de emprender y financiar en el distrito La Guardia un plan de viviendas de interés social con el fin de facilitar el acceso a una vivienda digna a las familias ubicadas en los módulos transitorios existentes sobre la Ruta Nacional 168”.
En ese marco, agrega que los compromisos por parte de la Municipalidad son otorgar a cada familia “un lote y un módulo habitacional básico con posibilidad de crecimiento por grupo familiar, localizados en sitio seguro, de manera de ofrecer garantías para el establecimiento de una vivienda permanente; y gestionar e instrumentar los mecanismos económicos, administrativos y legales necesarios para el acceso a la titularidad del dominio del terreno y de la vivienda a favor de la familia trasladada de acuerdo con el informe de su situación socioeconómica”.
Cada uno de los beneficiarios, por su parte, se comprometió a “desocupar voluntariamente, y de forma pacífica, la parcela y los elementos constitutivos del módulo que actualmente ocupa y colaborar en el traslado y montaje del mismo en el terreno acordado; reubicar a la totalidad de los miembros del grupo familiar en el lote que por sorteo le fue asignado; y ocupar el módulo transitoriamente hasta que la nueva vivienda esté en condiciones de ser habitada”.
Descontento de vecinos
“Cuando salí a la calle me encontré con un movimiento de camiones que no es usual en esta zona. Entonces pregunté y me dijeron que iban a traer a los de la 168. Pero no queremos saber nada porque este es un barrio tranquilo, donde ya tuvimos que aguantar la radicación de otro asentamiento”, refirió una mujer al borde de las lágrimas.
Los vecinos, a medida de que se fueron enterando de quiénes serían sus nuevos vecinos, empezaron a concentrarse en el lugar dispuestos a no permitir el ingreso de los camiones que llegaban con las estructuras. Entre los motivos, manifestaron que el lugar elegido es un espacio público donado por el maximercado de la zona a la Municipalidad.
“Hace 11 años querían traernos el volcadero de líquidos cloacales, pero nosotros nos resistimos. Ahora tiene que pasar lo mismo porque esto es un espacio público y no pueden traer a esta gente acá. ¿Por qué no los llevan a Nueva Esperanza?”, remarcó María Claudia, otra vecina de La Guardia Centro.
En horas del mediodía, los pabellones se estaban armando en la Guardia Centro, pese a la oposición de los vecinos de la zona, y las familias de la 168 aún aguardaban ser trasladadas.








