“Si no cobramos la cuota de diciembre, nos quedamos sin un ingreso importante y todo el mundo sabe que el plantel está al día en los sueldos”, explicaban los dirigentes. “Hay gente que prefirió no pagar la cuota del mes entero para entrar a un solo partido, el último del año, justo hoy contra Aldosivi”, argumentaban los socios que se ponían al día antes del partido. Lo concreto es que de la sociedad entre la pobre campaña del equipo de Quiroz, que venía de perder con All Boys, y la decisión de los dirigentes de exigir la cuota paga del mes de diciembre, lograron generar la peor convocatoria de Unión como local en Santa Fe en el 2008.
Para colmo, el panorama fue mucho más desértico atrás del arco de López y Planes, donde faltaron las banderas, los redoblantes y los integrantes de la barra más bullanguera por cuestiones obvias: la Policía estaba esperando a varios para detener por la agresión y amenaza al plantel de la semana pasada en “La Tatenguita”.
Entonces, aparecieron escalones vacíos como hace tiempo no se veía, fundamentalmente en la vieja popular de Cándido Pujato y lo señalado del arco de “La Bomba”. En las plateas, medianamente, la respuesta fue la de siempre. Sobre todo en la Techada.
La actitud inicial de la gente fue positiva. Incluso, en el primer cuarto de hora del complemento, todo el estadio empujó a Unión con el aliento hasta el arco de Campodónico. Pero llegó el fatídico minuto 17 —justo ese número— y Scoles definió con una tranquilidad asombrosa ante tantas facilidades rojiblancas, con Ojeda impotente bajo los caños.
“A ver si pueden oir los jugadores, se tienen que matar por estos colores”, fue el primer cántico que empezó a subir de tono. Los minutos pasaban y los volantes de Unión no pasaban a nadie. Entonces, bajó un ruidoso “Y pongan huevos, la p... que los parió”. Hasta que llegó el hiriente “La camiseta del Tate... se tiene que transpirar... y sino no se la pongan... váyanse no roben más”.
Los minutos finales fueron de insultos particulares con destinatarios como De la Fuente, Fontana y Mosset. Al terminar el partido, el tucumano se hizo expulsar irresponsablemente y De la Fuente —totalmente sacado— le hacía gestos a la platea lateral que da a López y Planes.
Entonces, los de la Techada, la Redonda, las laterales y las tribunas despidieron al equipo con una silbatina estruendosa, además de estallar al grito de “Váyanse todos...la p... que los parió”. Al mismo momento, varios le pedían a Quiroz que renunciara.
Un impactante operativo policial evitó cualquier incidente o desborde. Los dirigentes comunicaban que el DT no se haría presente en la conferencia de prensa y que los jugadores tampoco hablarían con la prensa. Sólo Matías Arrúa, a la pasada, dijo algo.
Y Juan Mieres, como dirigente, salió a poner la cara.
Así terminó la noche, con otra derrota en casa para Unión. Se terminó el campeonato y llegó el último partido del año en Santa Fe. Dentro de lo malo, algo bueno: se terminó —por un par de meses— el sufrimiento de ver jugar a este equipo.






