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Eva Paole, una jubilada de 68 años de la ciudad pampeana de General Acha que fue declarada hija y única heredera de un poderoso hacendado fallecido hace 25 años, aseguró este viernes que un sobrino que originalmente se había apoderado de los bienes, dilapidó la mayor parte de la fortuna.
``Disfrutó bastante esta persona. Plata, no creo que haya quedado, debe ser más tierra que otra cosa. No tengo idea, eso depende de los abogados. Veremos qué ha quedado'', sostuvo Paole, quien podría recibir propiedades e inversiones por unos 40 millones de dólares.
La Justicia determinó el jueves que Eva Paole, una jubilada que cobra 680 pesos mensuales, es la única hija natural y por lo tanto heredera absoluta de los bienes de Rufino Otero, un poderoso empresario agropecuario fallecido en 1983.
Al morir, Otero dejó a su esposa, Elisa Arenaz -con quien no tenía hijos- campos por un total de 50 mil hectáreas, unas 15 propiedades y dos aviones, además de dinero en cuentas bancarias y otros bienes.
Poco antes de morir en 1991, Arenaz cedió a su vez todas las posesiones a un sobrino, Darío Sarasola.
Ocho años más tarde, en 1999, a raíz de un comentario escuchado por uno de sus hijos en una parrilla de General Acha, Eva comenzó una larga batalla ante la Justicia para determinar si era efectivamente hija natural de Otero y una ex empleada doméstica suya, Josefa Paole.
Los rumores sostenían que Eva era hija extramatrimonial de Otero, pero nunca había escuchado una sola palabra de boca de su madre.
Pero pocas horas después de iniciarse la causa de filiación, el cadáver de Otero desapareció de su bóveda, y en su lugar apareció el cuerpo de otro hombre.
Como los restos de Otero nunca más aparecieron, Eva consiguió finalmente que la Justicia tomara una muestra de la madre del hacendado y presunta abuela suya, Justina Porras.
Finalmente, el jueves, después de casi ocho años de reclamos, la Fundación Favaloro determinó que Eva es nieta de Porras, con una precisión del 99,93 por ciento. En declaraciones a radio Continental, la ahora heredera se manifestó muy contenta por el feliz desenlace ``después de haber trabajado tanto. Desde ya que esto me va a cambiar la vida''.
La mujer destacó que ``me cayó bien que los análisis salieran positivos, porque no pensaba que iba a llegar, por tantas trabas que me ponían''.
``De la plata, después veremos qué ha quedado, porque disfrutó bastante esta persona'', dijo Eva con referencia a Sarasola, quien falleció el año pasado, pero antes habría vendido más de la mitad de las 50 mil hectáreas dejadas por Otero.
``Sea lo que sea, para nosotros va a ser plata. Ellos la pensaron bien, pero les salió mal. Mi mamá nunca me comentó nada, las cosas eran ocultas. Yo nunca le pregunté, y ella nunca me dijo'', concluyó.




