Con Cristina en la pole position, gobierno y oposición tienen 70 días para ratificar o cambiar las cosas

Hugo E.Grimaldi
(DyN)

El primer juicio que merece el análisis de los resultados parciales de las elecciones primarias, que ponen a Cristina Fernández unos 30 y pico de puntos por encima del segundo mejor, es de prevención, ya que se trata del primer fotograma de una película dinámica que se extenderá al menos hasta el 23 de octubre.

La campaña recién comienza. Para los contendores éste ha sido un paso políticamente importante, aunque insuficiente, por más que el gobierno nacional haya insistido en instalar que hubo un ‘ganador‘.

En la práctica, nadie ganó y la elección sólo dejó en claro cuál es el encolumnamiento de los rivales a hoy, con Cristina en una holgada ‘pole position‘ y con récord de vuelta. El contundente resultado tendrá entre la ciudadanía un impacto sicológico favorable al Frente para la Victoria, ya que ha demostrado que, además de todo, parece tener el motor más rendidor.

Definido el orden de partida para octubre, lo más interesante es lo que podrá jugarse de ahora en más, ya que sería deseable que todos los candidatos se sientan obligados a no vender más imágenes, sino a generar propuestas que los ayuden a captar nuevas voluntades. Esta es la película que debería verse rodar en los 70 días venideros.

Pese a lo que exprese su triunfalismo, lo cierto es que en este plazo el Gobierno tendrá que seguir conviviendo con el desgaste natural de su exposición diaria, con su inveterada negación de la inflación, con los zigzagueos de la inseguridad y con otros casos que lo tuvieron algo nervioso en las últimas semanas, en medio de un par de contrastes electorales.

Una vez manifestadas sus coincidencias en el rechazo a los modos del oficialismo, algunos opositores, en tanto, tendrán que poner arriba de la mesa algo más que la plañidera negación de la realidad que mostraron desde sus búnkers en algunos discursos post-derrota. Una agenda que interese como alternativa podría conformarse a partir de una serie de proyectos elaborados por consenso que tiendan a mejorar la transparencia institucional, la distribución del ingreso, con reforma tributaria incluida, la administración de Justicia y la relación argentina con el mundo, para generar confianza y promover inversiones.

Pero, además, con la globalidad en ebullición, todos los candidatos sin excepción deberían decirle a la sociedad si se van a conformar de aquí en más únicamente con la promoción del consumo para asegurarle a la Argentina cierta inmunidad frente a la crisis. Desde lo operativo, tendrían que definir también cómo hacer para frenar la suba de los precios y volver a los superávits gemelos, qué hacer con el tipo de cambio y el uso de las reservas, cómo desmontar los subsidios, recuperar las tarifas y solucionar los problemas de infraestructura (rutas, transporte, energía, etc.) y cómo hacer para facilitar el acceso al crédito.

La agenda para todas las fuerzas políticas puede ser mucho más rica y abundante, salvo que los candidatos deseen una vez más subestimar a los ciudadanos y hacer la plancha, los unos, o vender espejitos de colores, los otros. El segundo concepto que deja esta elección es una certeza. La interna de las tres fuerzas de raigambre justicialista ha convocado al menos a dos tercios de las voluntades y ha postergado a los partidos del arco progresista.

La realidad que pivotea sobre la cuestión de la gobernabilidad peronista metida en el inconsciente colectivo, parece insoslayable a la hora de saber si en octubre puede haber trasvasamiento de votos desde posturas diametralmente opuestas. Este es un dato central, sobre todo para saber hasta dónde los candidatos que han llegado por detrás de Cristina están dispuestos a conformar un eventual gobierno de coalición y hasta dónde lo tragarán sus votantes.

Ya ha habido algunas voces disonantes para evitar cualquier arreglo de cúpulas entre opositores y habrá que esperar a que se cuenten todos los votos de estas primarias, para saber a ciencia cierta cómo le ha ido a cada uno en esta vuelta de clasificación e imaginar de aquí en más su plan de carrera.