Patricio Pron: un recorrido por su vida y obra literaria

Patricio Pron (Rosario, 1976) cuenta en su haber con una enorme obra literaria traducida en una docena de idiomas que van desde el inglés al japonés. Ganó todos los premios literarios habidos y por haber, desde el Premio Juan Rulfo en el año 2004 por su cuento Es el realismo hasta el prestigioso premio Alfaguara de novela 2019 por Mañana tendremos otros nombres sin olvidar el premio de la municipalidad de Rosario Manuel Musto que mereció su novela Nadadores Muertos.

Comenzó a escribir en prensa a comienzo de la década del 90 y su vida nómade cobró ritmo a comienzo del 2000 cuando se desempeñó como corresponsal del diario La Capital en África y Turquía.

Vivió y estudió en Alemania en el período 2005-2007 donde escribe El comienzo de la primavera que publica en el año 2008. Una novela que transcurre en Alemania, pero que para el autor, indirectamente es una de sus obras que más habla de Argentina. Radicado desde el año 2008 en Madrid, el escritor que fue amigo de Roberto Bolaño y Ricardo Piglia, que mantiene contacto con César Aira y que tuvo como primer lector a Rodolfo Fogwill visita Rosario y en el camino accedió a una entrevista.

Rosario, la infancia y Malvinas

-Naciste en una ciudad de una vasta producción literaria como Rosario. Hoy, luego de vivir tantos años en el exterior, ¿percibís un tono literario característico de la ciudad?

-No. Desde luego, hay períodos en los que los escritores y las escritoras han estado escribiendo libros similares como producto de influencias y tendencias compartidas, pero lo interesante de la literatura producida en Rosario es que, en general, es el producto de la mezcla, lo que la hace especialmente interesante y diversa a mis ojos.

-¿Cuáles son las expectativas de tu visita a la ciudad y el encuentro con los lectores en el marco de la Semana del Autor?

-Voy a Rosario para celebrar a los escritores y a las escritoras de Rosario junto a críticos, periodistas, escritores, libreros, editores y artistas de la ciudad y, por supuesto, junto a los lectores y las lectoras. Será una semana de encuentros, de diálogos y, espero, de risas.

-A 25 años de Malvinas publicaste Una puta mierda (2007) con la editorial independiente El cuenco de plata. ¿Qué te llevó a escribir una obra satírica sobre un tema siempre sensible en la sociedad Argentina?

-Con el transcurso del tiempo, los hechos trágicos del pasado pueden dejar de interpelarnos si creemos que ya lo sabemos todo sobre ellos y que los hemos internalizado. De modo que, cada cierto tiempo, es importante que los veamos con ojos nuevos, por ejemplo gracias a una novela satírica: si era un buen libro —y yo quería que lo fuera, por supuesto— tenía que recordarnos que nuestra historia con Malvinas no ha terminado y que, cuando se habla del dolor de una tragedia compartida, la risa y el llanto se parecen mucho.

-¿Qué recordás de los días de infancia en dictadura y de los días de Malvinas?

-Recuerdo muchas cosas, y eso a pesar de que mi memoria nunca ha sido especialmente buena: el miedo, nuestras medidas de seguridad, el fingimiento de una normalidad que no podíamos sentir… Y recuerdo la disociación que existía entre la realidad y lo que los medios de comunicación y, en mi caso, las maestras nos decían, que era tan evidente para mí incluso en ese momento: se nos pedía que amásemos una patria en cuyo nombre se nos perseguía, se nos obligaba a cantar himnos que, como todos los himnos, eran canciones de guerra, se nos exigía que odiásemos a personas que no conocíamos, se nos decía que estábamos ganando una guerra que no era un partido de fútbol y que además estábamos perdiendo… Ningún país puede construir nada sobre los cimientos de esa disociación.

Su obra y sus amigos

-El comienzo de la primavera (2008) es una novela en la cual narrás a partir de distintos testimonios orales una radiografía de la sociedad alemana. ¿Existe un cruce cargado de realismo entre la literatura y los contextos políticos?

-La literatura es siempre política, incluso aunque finja no serlo. Su mensaje siempre es el mismo: que podríamos ser otros, que podríamos tener otras ideas y que nuestro modo de vida también podría ser otro si lo deseamos. El comienzo de la primavera es una historia sobre cómo el pasado es el lugar donde dirimimos nuestros pleitos del presente, y transcurre en Alemania, pero posiblemente sea la novela mía que más indirectamente, pero también con mayor claridad, habla de la Argentina.

-En el año 2019 ganaste el prestigioso premio Alfaguara con la novela Mañana tendremos otros nombres. En ella indagás la naturaleza de los vínculos amorosos en tiempos madrileños atravesados por la tecnología. Sociológicamente hablando y luego de una pandemia, ¿Cómo percibís la naturaleza de los vínculos amorosos en la actualidad? ¿Qué importancia tienen las redes sociales?

-Si no hubiera tanto odio en las redes sociales, uno podría pensar que el amor en ellas también es posible. Pero no es el caso. No en vano, a las ya no tan “nuevas tecnologías” se las llama “disruptivas”: interrumpen o directamente impiden cosas sin las cuales estamos perdidos, como la solidaridad, el apoyo mutuo y el diálogo. Las personas a nuestro alrededor parecen estar tomando decisiones en base a lo que se les dice que deben pensar en redes sociales anónimas y extremistas, no a partir de lo que ven a través de la ventana. Sus ideas del mundo pueden estar en las antípodas de las nuestras, no basadas en una experiencia común del mundo. Quien está a tu lado puede creer que la Tierra es plana y no preguntarse jamás cómo opera entonces la Ley de Gravedad. Puede creer en oscuras conspiraciones y ver a todas las personas como sus enemigas. Y, lo que es peor, puede votar para expresar esas ideas, lo que conduce indefectiblemente a su destrucción y a la de toda la sociedad.

-Aplicaciones como Tinder, en su momento Badoo o Happn han cambiado las formas de vincularse. Quizás los psicoanalistas más ortodoxos dirían que han cambiado las formas de escribir el texto amoroso. ¿Creés que cambiaron también las formas de escribir textos literarios?

Toda nueva tecnología trae su manual de instrucciones, pero su uso es, en realidad, finalmente, el producto de un vínculo específico con sus usuarios, a los que les “enseña” para qué sirve. Con el tiempo, su uso se vuelve “natural” y ya nos resulta imposible volver a un período en el que no existían, lo que acaba limitando nuestras capacidades y nuestros derechos. Las aplicaciones producen textos —y vínculos, contactos, experiencias— “casi buenos”, no buenos realmente, y temo que sólo sea una cuestión de tiempo que nos acostumbren a otras cosas “casi buenas”: relaciones amorosas, sistemas políticos, libros, películas, series, canciones…

-Ricardo Piglia, Roberto Bolaño, Abelardo Castillo, Rodolfo Fogwill o César Aira son autores que dejaron su influencia en los escritores argentinos contemporáneos. ¿Tuviste oportunidad de conocer alguno?

-Fogwill fue uno de mis primeros lectores, Ricardo Piglia y Roberto Bolaño fueron amigos míos y con César Aira suelo conversar cuando viene a Madrid. Siempre es un placer y un gran orgullo el encontrarte con que los escritores que admiras y que te han formado tienen la generosidad de tratarte como un par. Ese acto de generosidad es una especie de espaldarazo, así como una responsabilidad: a partir de ese momento, tienes que tratar de ser tan bueno como lo son ellos. Y es difícil, en especial cuando se trata de escritores notables como los que mencionas u otros que también considero mis maestros, como Marcelo Cohen, Sylvia Molloy, Elvio Gandolfo, Luis Chitarroni o Graciela Speranza.

-¿Qué es el acto de escribir para vos?

-Es una forma específica de estar en el mundo, de permanecer emocional e intelectualmente vivo y animar a otros a que lo sigan estando.

-¿Le escribirías algún consejo literario a tus lectores que buscan ser escritores?

-No creo en los consejos: nunca los doy y muy raramente los pido. Marguerite Duras afirmó que “escribir es averiguar qué escribiríamos si escribiésemos”: puede parecer un trabalenguas, pero es una reflexión muy acertada. No hay mapas, no hay instrucciones, no hay consejos que sirvan: hay que arriesgarse, lo que significa que hay que ser libres. De eso se trata.

Cronograma de actividades de Patricio Pron en Rosario

6 de noviembre a las 18 h - Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez. SUM Angélica Gorodischer (Pje. Álvarez 1550)

Trayéndolo todo de regreso a casa: diálogo entre Patricio Pron y Juan Aguzzi. Entrevista biográfica sobre acontecimientos en la vida del autor. Exhibición de su bibliografía. Presentará Noelia Navoni.

7 de noviembre a las 19 horas – Museo de la Memoria (Córdoba 2019)

El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia: club de Lectura. Encuentro del autor con juventudes. Participarán Jóvenes Constructores Territoriales en DDHH, pasantes de UNR de los Departamentos de Comunicación, Articulación Territorial, Biblioteca del Museo de la Memoria (Estudiantes de Comunicación Social, Trabajo Social y Ciencia Política) y Jóvenes mediadores culturales del Departamento de Educación del Museo (Estudiantes de Turismo). Presentará: Mariana Ortenzi.

8 de noviembre a las 18:30 horas – Oliva Libros (Entre Rios 579)

Lo que está y no se usa nos fulminará: Patricio Pron se encontrará con editores para intercambiar experiencias de publicación. Participarán Felipe Hourcade (EMR), Nicolás Manzi (UNR Ediciones) y Carolina Musa (Brumana / Libros Silvestres). Firma de libros. Presentará Anahí Martino. Coordina Dahiana Belfiori.

9 de noviembre a las 18 horas – Bar de la UNR (Maipú 1065)

El libro tachado: mesa redonda donde se dialogará sobre los procesos de escritura y el oficio de escritor. Participarán: Patricio Pron, Cecilia Reviglio y Eugenia Langone. Presentará: Silvia Morelli. Coordinará: María Laura Moneta.

10 de noviembre a las 15:30 horas – Biblioteca José M. Estrada (Servando Bayo 799)

Caminando bajo el mar, colgando del amplio cielo: encuentro del autor con las infancias. Club de lectura para pequeños lectores. Participarán chicos y chicas de 6º y 7º grado de la Escuela N° 150 Cristóbal Colón y Club de Lectura de la Biblioteca Pública Municipal José M. Estrada y Club de Lectura de la Biblioteca Argentina Juan Álvarez. Presentará y coordinará Ayelén Romero.

10 de noviembre a las 18.30 horas – Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río)

El vuelo magnífico de la noche: mesa redonda en torno a la escena literaria de Rosario en la década de 1990 y a la revista Ciudad Gótica. Participarán: Patricio Pron, Sergio Gioacchini y Federico Ferroggiaro. Presentará Ricardo Valquinta. Coordinará Fernanda González Cortiñas.