“Érase una vez un rey”: una crítica
al poder con permanente vigencia
La obra teatral, escrita en los ‘70 por el chileno Oscar Castro Ramírez, tiene su versión santafesina a cargo del grupo Portatuttos. Este fin de semana efectuará su décima función para luego participar en un festival en la provincia de Córdoba.
Según el director y actor Julián, en escena disfrutan mucho y se sienten muy cómodos. Gentileza Aimé Luna
En septiembre del año pasado, el grupo teatral Portatuttos estrenó “Érase una vez un rey”. Se trata de una renovada versión dirigida por Julián Bruna de un clásico del teatro latinoamericano que el chileno Oscar Castro Ramírez concibió en la década de 1970. La puesta transitó por distintos escenarios santafesinos y el próximo viernes desde las 21 ofrecerá su función número diez en la Sala Maggi del Foro Cultural UNL.(9 de julio 2150).
Esta pieza teatral, en la que Bruna interviene también como actor junto a Demian Sánchez y Ariel Eier Pic, reflexiona sobre las relaciones de poder. Lo hace a través de la historia de unos marginales que viven debajo de un puente y un día deciden jugar a ser rey una semana cada uno. Un juego que, al final, revela sus aspectos más oscuros.
Tras la función en el Foro el grupo saldrá de gira y tendrá la posibilidad de participar en un festival teatral en el sudeste de la provincia de Córdoba. Es una actividad que involucra a cuatro localidades, de las cuales a los santafesinos les toca General Baldissera, donde se presentarán el viernes 17 de junio. Es un pueblo ubicado en el departamento Marcos Juárez, a 192 kilómetros de Rosario.
Gentileza Aimé Luna
Un proceso muy orgánico
Además de anticipar los próximos movimientos del grupo, el director de la puesta, Julián Bruna, recordó en diálogo con este medio el camino que recorrió la obra tras su estreno. “Nos sentimos muy cómodos y conformes con el producto. Es muy bueno cuando en un elenco sentimos la misma energía de tirar para adelante. Todos estamos, al final, con una sonrisa”, dijo.
Julián conoció la obra de Oscar Castro Ramírez hace ocho años y de inmediato se puso a investigar. “Queremos que eso pase con el público, por eso comentamos el nombre del autor y algunas líneas sobre él. Sabemos que la obra funciona, porque la gente se va con ganas de buscar más datos. Por eso, en general, el balance es muy positivo”.
Bruna (quien participa en varios proyectos y grupos de Santa Fe, entre ellos la Gorda Azul) hizo en “Érase una vez un rey” su primera experiencia integral como director, con la premisa de tomar el proyecto desde cero. “Empecé tímido, ya que Demian y Ariel empezaron a hacer teatro cuando yo nací, lo que marca la experiencia que tienen. Pero pronto me solté porque ellos proponían cosas muy buenas. Eso me ayudó al momento de decidir. Fue algo muy orgánico”, remarcó.
Gentileza Aimé Luna
Que sobrevuele la milanesa
En este rodaje de casi ocho meses de estar en contacto con el público, los “portatuttos” captaron distintas sensaciones. “La mayoría de los comentarios han sido buenos. Casi todo el mundo se va pensando. Incluso varias personas pidieron información del autor, algo que nosotros también queríamos rescatar”, explicó Bruna. Podría decirse, entonces, que la obra logró aquel objetivo que planteaba Mauricio Kartún de “sobrevolar la milanesa”. En otras palabras, que la gente salga de la sala y se vaya a cenar hablando de lo que acaba de ver.
Bruna, además, pudo sostener lo que quería trasmitir con la obra desde el momento en que posó sus ojos sobre ella. “No me interesaba el texto tal cual estaba escrito, sino la idea de base. Que se entienda y que genere lo que genera. Que la gente, en el después, reflexione sobre la propuesta”.
Gentileza Aimé Luna
No hace falta un Chéjov
“Érase una vez un rey” aborda temáticas que siempre están dando vueltas en la agenda pública, como el poder, la marginalidad. “La obra fue escrita en 1976. Yo la ví en 2014. Estamos en 2022. Son distintos procesos, pero sigue vigente”, explicó Bruna. En efecto, pasaron dictaduras, democracias, una pandemia y siempre se resignifican los temas de fondo. “Esta obra se va a poder leer dentro de veinte años y la gente se va a sentir identificada”, afirmó el director.
Otro aspecto, que la convierte en un clásico, es que su argumento y la forma de encararlo conecta con el público de cualquier país de Latinoamérica. “Me parecía importante recuperar la idea de lo latinoamericano, de entidad, de sentirse parte. No hace falta que venga Chéjov, ante quien nos sacamos el sombrero por todo lo que dio, acá tenemos autores como Castro que explican lo mismo”, finalizó Julián.
Equipo
Además de Bruna, Sánchez y Eier Pic, intervienen en la puesta María Verónica Ritvo en la confección de los vestuarios, Nicolás Decarlini en el área técnica y la producción, Victoria Bordas en la prensa, Lucia Savogin en maquillaje y Camila Ocampo como ilustradora.