El documental se estrenó en Cine.ar. Sigue a un grupo de músicos que investiga en distintos países de qué se trata ese género musical y cuál es su impacto. El director, Pablo Coronel, explicó en una entrevista que la cumbia es “un estilo de vida” con un potencial “social y humano enorme”.
Pensilvania Films / Rodante Films / Vinterhouse Media A pesar de que nunca tuvo difusión formal ni estuvo durante décadas en la boca de los grandes medios, la cumbia sin embargo se expandió. Esa fue una de las cosas que motivaron la realización del documental.
“Cumbia que te vas de ronda” es un documental que se estrenó el 11 de junio a través de la plataforma Cine.ar. Se estructura a partir de un interrogante: ¿qué es este género musical?. En busca de una respuesta posible, un grupo de músicos-cineastas viaja por distintos puntos del planeta, incluso Japón.
La dirección estuvo a cargo de Pablo Ignacio Coronel, quien aceptó dialogar con El Litoral vía wathsapp desde Portugal, donde reside, para brindar detalles del inmenso trabajo que debieron realizar en diez países. “La cumbia, en Latinoamérica, se ve presente. No siempre está en la boca de todos, pero es un lugar de expresión y de fiesta. Reúne la alegría y la voluntad de pasarla bien del pueblo latinoamericano en general. En Japón, es un ghetto un poco aislado, pero con una fuerte raíz para seguir creciendo, con seguidores muy adeptos. En Osaka me encontré con Djs con un repertorio de cumbias tradicionales colombianas espectaculares, en vinilo y bandas con melodías de cumbia espectaculares”, contó.
—¿Qué lugar ocupa la cumbia argentina en el mundo?
—Es muy interesante lo que pasó con la villera. Te vas a México, a Colombia, a Perú, a Bolivia, a Chile y a Europa (por lo menos en Portugal, donde vivo) y te hablan de la chicha peruana, la cumbias de acordeón colombiana y la villera argentina. Te lo dicen así, sin querer, pero en eso los argentinos marcamos un punto de inflexión a nivel cumbia mundial. Y esas cosas se notan, cuando hay una necesidad del pueblo de expresarse ante una situación de crisis muy pesada, de mucho abandono a las clases medias bajas. Cuando combinás el arte y la necesidad de expresarte, sacás una cosa única, que tiene un poder no doble, sino cuádruple. Y la cumbia villera lo manifiesta desde sus melodías y sus letras. Es una cosa única, original, que trascendió a nivel internacional. Quedó marcado en todos los cumbieros.
Camiseta universal
—¿Qué fue lo más interesante que descubriste?
—Una de las cosas más interesantes, que más me llamó la atención, fue darme cuenta que la cumbia, como género musical, es muy vago, muy amplio, muy deforme, muy mutante, en comparación con todos los otros géneros y va a un ritmo de evolución permanente. Entonces ni siquiera se puede seguirle la huella. Encima evoluciona en distintas partes del mundo. Entonces, tomar conciencia de que es tan importante el fenómeno musical como el social. La cumbia es una bandera en la cual cada uno aporta su granito de arena, le da el contenido que uno quiere y siempre está relacionado con la alegría, lo popular, con celebrar la vida, con ser feliz. Ese creo que fue el descubrimiento más interesante, el que más me marcó. Ya dejar de indagarla como un género, sino como una camiseta de un deporte universal, que no compite con ningún otro club, porque no le interesa. Eso fue lo que descubrí, es mucho más que un género, es un movimiento y un estilo de vida.
—Combinás tu rol de músico con el de cineasta ¿Cómo conviven ambos mundos y cómo incidieron en el desarrollo del film?
—Los combino en la vida cotidiana desde toda la vida. Desde los 18 años que juego con la fotografía y entré un poco al cine, paso a paso. Y con la música desde varios años antes también. Son mis dos vicios. Si no hago uno hago el otro, o estoy de vacaciones y me aburro. Para el desarrollo de este film fue bien importante, porque el desafío era llevar ese lenguaje musical, ese ritmo, a lugares donde directamente no existe. Fue tan importante poner la cámara, como darle al acordeón.
—Hoy estás instalado en Portugal. ¿Qué recepción tiene específicamente ahí la cumbia?
—Mucha recepción. Hay un público muy grande dispuesto a escuchar y a bailar cumbiar. Y ni siquiera ellos saben muchas veces que significa la palabra. Pero a la hora de tocar y poner a bailar a la gente, la gente se acerca. El portugués es difícil hacerlo bailar, principalmente los hombres. Pero no se van, se quedan ahí, se toman sus cervezas, y las mujeres en general se prenden mucho. Hay una gran liberación en todos y todas. Funciona muy bien, vimos un montón de shows en estos últimos dos años, la gente responde de forma muy instintiva y muy positiva.
“El bombón asesino”, el hit más logrado
Consultado sobre Los Palmeras, Pablo Coronel manifestó que, a su parecer, es la banda de cumbia argentina más grande o una de las más grandes. “Me encantan y me parecen fantásticos. ‘El bombón asesino’, musicalmente, es el hit más logrado de la cumbia argentina. Cómo artistas, los admiro, en lo personal no los conozco. Están allá arriba, a pesar de que no encontramos el feed back para que pudieran ser parte de la película”.
Santa Fe
En la etapa de investigación del documental, el director pasó por Santa Fe y se reunió con Juan Carlos Denis, creador de Los del Bohio. “Fui a su casa, muy buena gente. Tuvimos una conversación muy linda y muy larga. Fue solo de audio y no video, en la etapa de investigación y luego no hubo presupuesto para volver. Santa Fe se merece su propia película, hay historias muy lindas”, aseguró.