"La niebla": una metáfora de los miedos colectivos que todavía interpela
El director John Carpenter presentó este film luego de filmar “Halloween”, su obra maestra. Su capacidad para generar una atmósfera misteriosa, influyó en productos contemporáneos como “Stranger Things” y “Está detrás de tí”.
En “La niebla”, Carpenter genera un relato de horror sobrenatural que tiene como escenario un pequeño pueblo. Foto: AVCO Embassy Pictures, EDI, Debra Hill
“¿Todo lo que vemos o percibimos es solo un sueño dentro de un sueño?”. El primer día de febrero de 1980, hace exactamente 45 años, se estrenó “La niebla”, de John Carpenter, uno de los maestros del cine de terror contemporáneo, creador de atmósferas terroríficas, personajes icónicos y un uso creativo de la cámara que sigue siendo estudiado por los que se introducen en el rubro.
Antes de adentrarse en esta obra, modélica en varios sentidos, cabe repasar la filmografía previa de Carpenter, que irrumpió en la industria cinematográfica con una inédita combinación de terror psicológico y elementos de ciencia ficción y acción.
AVCO Embassy Pictures, EDI, Debra Hill
Antes de “La niebla”, su película más conocida era “Halloween” (1978), un clásico instantáneo que redefinió el cine denominado slasher, cuyo antecedente principal es “Psicosis” (1960). En ese film introdujo a Michael Myers, personificación del mal. Y sentó las bases de una nueva narrativa de terror, sostenida en un ritmo lento pero creciente, para crear suspenso, y giros de cámara a partir de los cuales el espectador adopta, de a ratos, el punto de vista del asesino.
Carpenter también había demostrado que podía innovar con un presupuesto limitado en su ópera prima, “Dark Star” (1974), sátira de ciencia ficción, y en su siguiente filme, “Asalto al precinto 13” (1976), que incluía toques de thriller y horror urbano para cuestionar las diferencias sociales en Estados Unidos.
Sin embargo, fue con “La niebla” cuando pudo perfeccionar su estilo: economía de recursos al servicio de una narración que va in crescendo, moldeando a fuego lento la atmósfera de miedo.
¿Qué cambió en “La niebla?
El crítico Roger Ebert ratificó en un artículo esta ubicación privilegiada de “La niebla” dentro de la filmografía de Carpenter: “la niebla tiene básicamente la misma estructura que ‘Halloween’. Nos da un pequeño pueblo estadounidense. Introduce a algunos de sus habitantes, especialmente mujeres aisladas. Establece una amenaza. Y luego, el resto de la película se dedica a escenas en las que la amenaza o destruye o no a sus víctimas previstas”.
AVCO Embassy Pictures, EDI, Debra Hill
Pero es todavía más interesante lo que indica Dave Kehr en un artículo que publicó en Chicago Reader, dónde pone de relieve la evolución que logró Carpenter en “La niebla”, respecto a sus películas previas. “Por primera vez, está intentando generar algo de emoción entre sus personajes, en lugar de concentrarse exclusivamente en la emoción que se genera entre la pantalla y la audiencia”.
Una metáfora del miedo
En “La niebla”, Carpenter genera un relato de horror sobrenatural que tiene como escenario un pequeño pueblo costero llamado Antonio Bay (alusión, tal vez, a Bodega Bay, donde transcurre “Los pájaros” de Alfred Hitchcock) donde una niebla misteriosa que cubre el lugar devela poco a poco una amenaza de otra dimensión: un grupo de seres que emergen de las aguas con sed de venganza.
Uno de los aspectos destacados de la película es su estructura narrativa, que se construye a medida que la niebla avanza sobre el pueblo. A contrapelo con las actuales películas de terror, que se apresuran a mostrar todas sus cartas, Carpenter no se apura a revelar sus secretos y, a través de personajes bien desarrollados, permite que el suspenso se intensifique.
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El terror está en los seres sobrenaturales pero sobre todo en la atmósfera agobiante y en la sensación de aislamiento que se apodera del pueblito. Esa dualidad entre lo tangible y lo intangible, lo visible y lo oculto, fue uno de los aportes de Carpenter al cine de terror contemporáneo.
Como señala José Antonio Martín “La niebla (1980) bien podría pertenecer a ese trillado subgénero iniciado por ‘La noche de los muertos vivientes’ (1968), pero Carpenter se decantó por otorgarle una narración más elegante y clásica, con escasas concesiones al gore y apostando por la tensión y la atmósfera opresiva, muy en la línea de Hitchcock. También hay claras referencias al universo de H. P. Lovecraft, al que volvería a visitar en uno de sus filmes más curiosos, ‘En la boca del miedo’ (1995)”.
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Una huella que perdura
Muchas películas posteriores tomaron elementos de la estructura y el tono de esta película. Un ejemplo es “La niebla” (2007) de Frank Darabont, una adaptación de la novela de Stephen King que comparte muchas similitudes con la película de Carpenter, pese a que la fuente es otra.
Está la bruma como recurso visual y la tensión entre personajes atrapados en un lugar cerrado, elementos fundamentales que Darabont toma directamente de Carpenter. Que, dicho sea de paso, usó este mismo esquema (que tomó del western “Río Bravo”) en varios de sus trabajos.
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Otra película que se vale de la atmósfera y el suspenso de “La niebla” es “It Follows” (2014), dirigida por David Robert Mitchell, que sigue una adolescente que es perseguida por una fuerza sobrenatural tras tener un encuentro sexual. Aunque su tratamiento es diferente, la sensación de amenaza inminente y la presencia constante de lo desconocido dan pie a sensaciones análogas a las de la “La niebla”.
La propia serie “Stranger Things” (2016) contiene elementos que recuerdan al estilo de Carpenter, especialmente en la construcción de ambientes misteriosos que esconden amenazas. “La niebla” está presente en estos productos, con su claustrofobia y su presencia de lo desconocido.
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