“Axiomas”: un llamado desde el cine a revalorizar los recursos naturales

La Real Academia Española define “axioma” de la siguiente manera: “es una proposición tan clara y evidente que se admite sin demostración”. En la película de Marcela Luchetta cuyo título es ese término en plural, uno de los personajes (interpretado por el actor César Bordón) lo da a entender a través de un ejemplo que no deja lugar a equívocos: “el agua es un derecho de todos”. Precisamente, ese es el meollo de “Axiomas, la verdad escrita en el agua”, que se proyectará esta noche a las 20.30 en el Cine América, en una función especial.

Isabela (Luz Cipriota) es una ambientalista que cumple funciones dentro del organigrama de una ONG que pone sus energías al servicio del derecho al agua de la población. Respaldada por esa entidad, Isabela tiene que regresar a su terruño, en una provincia argentina, para colaborar con las acciones emprendidas en contra de una firma minera cuyas acciones están a punto de poner en peligro una vasta zona. El panorama se complejiza dado que el gobernador Ribero (a su vez, padre de Isabela, interpretado por el actor Jorge Marrale) es el principal defensor de la empresa. A esta trama, que contiene incluso algunos ecos shakesperianos, Luchetta le introduce otra capa al incorporar el punto de vista de los nativos, para quienes el recurso acuífero es central.

Este trabajo, ópera prima de la directora, trata de rehuir de los extremismos y, en todo caso, poner el acento en las preguntas incómodas que se abren en relación a la problemática. Así, con el trasfondo de la potencial contaminación coloca también en la balanza la cuestión social vinculada con los puestos de trabajo y trata de no caer en los facilismos. “Con ‘Axiomas’ queríamos hacer preguntas desde otra órbita, porque no puede ser que sigamos peleando por las mismas cosas, en que los malos están de un lado y yo formo parte de los buenos. Mi interés fue abordar el tema que significa el daño al medio ambiente o sacar a las mineras para dejar un montón de gente sin trabajo, desde otro lado”, había explicado la directora en una entrevista concedida meses atrás a la agencia Télam.

Más allá de sus credenciales artísticas, el costado valioso del film tiene que ver con su llamado a la concientización sobre los peligros de la contaminación ambiental. Y, en paralelo, del uso racional de los recursos naturales, en especial del agua, en un contexto en el cual su optimización se ha vuelto urgente. En este sentido, la película despliega los diversos intereses que se ponen en juego frente a los problemas (los de las empresas privadas, los del estado, los de las entidades no gubernamentales, los de los individuos). Y si bien toma partido por el ecologismo, queda claro que el conflicto es más amplio.

No son una novedad las películas que, a través de una estructura dramática tradicional, se ocupan de advertir sobre la necesidad de cuidar los recursos naturales y los serios riesgos de la contaminación sobre la salud de las personas. Un caso reciente es “El precio de la verdad” (“Dark Waters”, 2019) en la que el director Todd Haynes reconstruye la investigación realizada por un abogado a lo largo de varios años para exponer el manejo inadecuado de los desechos tóxicos por parte de una corporación. Sin embargo, “Axiomas” ofrece una perspectiva novedosa, relacionada con las particularidades de la realidad argentina.