Figuras del siglo XX como Jaques Lacan, Pablo Neruda y Rabindranath Tagore la admiraron. Victoria Ocampo, la escritora, editora y mecenas argentina, le ganó la pulseada a la estructura social de su época (había nacido en 1890, en “las postrimerías de la época victoriana”, como ella misma señaló) que establecía un plano de postergación para la mujer. Fundó la revista Sur, que por décadas fue un bastión cultural de la Argentina con proyección mundial y se convirtió, al mismo tiempo, en cronista y protagonista de su tiempo. Observó con agudeza los fenómenos sociopolíticos, pero también tomó un rol activo por la igualdad de género, la tolerancia y la paz en un siglo trastornado por totalitarismos y guerras. “En un país y en una época en que las mujeres eran genéricas, tuvo el valor de ser un individuo”, escribió Jorge Luis Borges sobre ella.
El día que Victoria Ocampo disertó en la ciudad sobre Lawrence de Arabia
En 1964, la fundadora de la revista Sur brindó una conferencia en el Club del Orden. Estuvo centrada en la figura del militar y escritor británico T. E. Lawrence, su obra literaria y las inexactitudes de la oscarizada película de 1962 dedicada a su vida. Cuestionó, por “falsas e inadmisibles”, las escenas que marcan la crueldad del protagonista.
Archivo El Litoral / Giselle Freund Por pedido del hermano de Thomas E. Lawrence (popularmente, Lawrence de Arabia) la escritora brindó conferencias para aclarar las inexactitudes de la famosa película de 1962 sobre la vida del escritor británico.
Esta notable dama visitó Santa Fe en más de una oportunidad, entre las décadas de 1930 y 1960. En los diarios de la ciudad (El Litoral y El Orden) están las referencias que dejan constancia de ello. Pero una de las conferencias más curiosas, por sus aristas, es la que brindó en julio de 1964 en el Club del Orden de la ciudad. En esa oportunidad, la única mujer que llegó a ser designada como miembro de la Academia Argentina de Letras en 1977, centró su exposición en la figura del militar y escritor británico Thomas E. Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia. El fundamento, según la propia Victoria, tenía que ver con que el hermano menor de Lawrence, el profesor Arnold Lawrence, le había solicitado que colaborase, dentro de sus posibilidades, en la aclaración de las inexactitudes que tenía la película que se había estrenado en 1962 sobre la vida del coronel británico, con Peter O’Toole y Omar Shariff en los roles principales. Ocampo, que conocía de primera mano la obra de Lawrence, accedió.
Un héroe incomparable
¿Quién era Lawrence de Arabia? Según consta en el Gran Libro del Siglo XX que editó Clarín, fue un escritor, militar y arqueólogo británico, nacido el 15 de agosto de 1888 en Gales y fallecido el 19 de mayo de 1935 en un accidente mientras viajaba en motocicleta. Su legendaria carrera arrancó en 1916, cuando Husayn ibn Ali, emir de la Meca, proclamó una revuelta árabe contra el Imperio Otomano a cambio de garantías británicas para expandir el reino.
Lawrence, oficial británico de 28 años, se convirtió en el enlace entre el ejército inglés, involucrado en su propia lucha contra el Imperio Otomano, y Faisal, hijo de Husayn, que encabezaba una fuerza rebelde. Así, se convirtió en un héroe sin comparación. Después de vestir con ropas beduinas, los rebeldes lo aceptaron como uno de ellos y pronto transformó un grupo de hombres pertenecientes a tribus diversas en una fuerza guerrillera eficaz. Durante un tiempo, consiguió que los jefes árabes, pendientes de sus propios intereses, compartieran su visión de una nación árabe unificada. Todo eso quedó plasmado en su libro “Los siete pilares de la sabiduría”, una crónica personal de sus aventuras.
Reparar un recuerdo
Durante su conferencia santafesina, Victoria Ocampo afirmó que en el film que se inspiró en la vida de Lawrence y que ganó el Oscar de la Academia, se desarrollan episodios que no existen en el mencionado libro autobiográfico, mientras que otros fueron deformados. Destacó también las licencias y falsas verdades de los hechos de Lawrence vertidos en el guión elaborado por Robert Bolt, en especial la matanza de turcos en Tafas. En este punto, trajo a colación el sentido de la rebelión árabe, en la cual muchos ingleses creyeron hallar el camino para derrotar a Turquía, aliada de Alemania en la Primera Guerra Mundial, rebelión de la cual Lawrence fue, como se explicó antes, inspirador y jefe entre 1916 y 1918.
Otro de los puntos sobre los cuales puso hincapié la escritora, es la forma en que la realización cinematográfica dirigida por David Lean (un director inglés que se caracterizó por la traslación a la pantalla de grandes epopeyas) remarca falsamente la crueldad del protagonista. “Lo cual es totalmente inadmisible de acuerdo a los datos, testimonios y documentos que ilustran la realidad del episodio en el cual intervino un cuerpo de soldados alemanes cuya conducta en el combate, a pesar de ser enemigos, recuerda Lawrence con elogiosa generosidad”, refirió Ocampo.
Tras analizar varias secuencias más del film, la escritora finalizó su exposición al señalar: “no cesaré de repetir que, para mí, la vida, el pensamiento, la acción del coronel Lawrence, tal como aparecen en sus libros, tal como la vieron sus amigos y compañeros de combate o de cuartel, ofrece un tema de meditación muy apropiada para fortificarnos en esta época difícil y confusa. Ese hombre no se dejó guiar jamás por sus propios intereses. Ni siquiera por los intereses de su patria si no le parecían justos. Por eso sentimos que es gloria de la humanidad tanto como de Inglaterra”.
