Juan Ignacio Novak
[email protected]
El grupo Beso de Mariposa presentará durante julio una serie de funciones de teatro de animación Lambe Lambe. Es una propuesta basada en la manipulación de objetos, títeres, o muñecos dentro de una caja escénica, a pequeña escala. Las historias, que duran entre dos y cinco minutos y pueden ser vista por un máximo de tres o cuatro espectadores a la vez, están inspiradas en paisajes y personajes de la región litoraleña.
Juan Ignacio Novak
[email protected]
Por definición, el teatro de animación Lambe Lambe, también conocido como teatro en miniatura, se sostiene en la manipulación de objetos, títeres, o muñecos que se desarrolla dentro de una caja escénica a pequeña escala. A diferencia de otros formatos, está diseñado para muy pocos espectadores en forma simultánea (uno sólo a veces, hasta cuatro otras) y cada función tiene una duración que oscila entre dos y cinco minutos. El actor-titiritero se ubica del lado opuesto del frente de la caja y pone en escena la obra. “Lo bueno de este formato es que se puede realizar en cualquier espacio, al aire libre, en lugares cerrados, en escuelas, hospitales, eventos, festivales. Y también permite simultaneidad con otras propuestas, enriqueciendo las producciones de diferentes montajes de espectáculos. Las cajas son desmontables y de fácil traslado, lo cual nos permite planear giras y viajar, sin pensar en la escenografía como un problema de traslado, aquí el teatro viaja en el baúl, o en un bolso”, cuenta María Cecilia Piccioni. Ella, junto al resto de los integrantes del grupo Beso de Mariposa, pondrán en escena durante julio una serie de funciones basadas en esta técnica, con historias inspiradas en la región litoraleña, específicamente en sus paisajes, personajes, flora y fauna. Las mismas serán en diferentes espacios desde las 16: El Molino (jueves 12), La Mirage (sábado 14), La Redonda (domingo 15), El Alero (jueves 19) y la Juntada (domingo 22); la primera fue el sábado 7 en el Espacio Sapucai (Antón Martín y Ubajay) en Rincón.
—¿Cómo toman contacto con las técnicas vinculadas con el teatro de animación Lambe Lambe?
—Nuestro primer acercamiento fue el año pasado a través de un taller que se dio en el marco de un Festival de Teatro Callejero de Paraná. Ese taller estaba dado por un representante de Umani Teatro, un grupo de lambe de Buenos Aires y tenía como objetivo el armado de una caja lambe lambe. Nosotras, que mucha idea del género no teníamos, pudimos explorar y enamorarnos de lo que sucede en esa pequeña caja. Desde pensar la historia hasta verla realizada, es una aventura mágica que no podes hacer otra cosa que compartirla...
—¿Cuáles son los desafíos principales de contar estas historias en miniatura?
—Los desafíos son muchos y constantes y eso es lo que nos moviliza a crecer y superar los obstáculos de las cajas, que son tan pequeñas y puede parecer simple, y no. En primer lugar, son historias muy breves, van de tres a cinco minutos la más larga. Y poder contar una historia, que sea íntegra y sólida en una breve porción de tiempo, ya es un trabajo minucioso y específico. Pensar una historia que pueda ser realizable en este formato, construir los títeres, diseñar y armar la estructura de la caja, el diseño lumínico y el armado del circuito, el sonido, no sólo la técnica del cableado, auriculares, splitters, sino también el diseño y la edición de sonido como una de las piezas fundamentales, ya que en algunas cajas se hace un tratamiento sonoro propio, incorporando sonidos y ruiditos “realistas” y en otras cajas utilizamos la música de artistas, como por ejemplo: Pepi Dallo (Santa Fe) y Pablo Zubi (Paraná). Luego, ensayar y ensayar, pues como toda obra de teatro necesita muchísimo el espacio del ensayo, que es a nuestro entender, donde surge la poesía. Todo es muy artesanal y propio. En nuestras cajas hay mucho de nosotras.
Sello regional y creatividad
—¿Cómo son las cajas Lambe Lambe inspiradas en la región Litoraleña? ¿Qué características tienen?
—Esta serie que denominamos “litoraleña”, surge a raíz de la primer caja que terminamos, “A la orilla del río” que está inspirada en un poema de Juan L. Ortiz. Inmediatamente nos atrajo la idea de seguir contando historias que nos son cercanas y que conforman el paisaje de Santa Fe, historias dónde los protagonistas son pescadores, peces y aves que habitan este universo tan particular. Universo donde el río es testigo silencioso de la vida que lo rodea y lo habita.
—¿Cómo dieron con los textos que inspiraron cada una de las historias? ¿Cómo se dio el proceso para la creación de cada una de las obras?
—El proceso creativo del teatro en miniatura comienza con imaginar una historia para luego realizar lo que se denomina un “story board”, recurso que se utiliza mucho en animación. A partir de ahí, se comienza a trabajar con prototipos de títeres y cajas, que van mutando permanentemente en pos de una narración teatral y poética. Es decir, no hay texto de partida sino que se trabaja más bien desde sensaciones primitivas, poéticas, que se desprenden de lecturas y experiencias previas. En este sentido, lo que inspira cada una de las historias puede ser muy variado y rico, en este caso un poema, en otro caso un cántico popular. Una vez que el prototipo funciona se empieza a construir todo, caja, títeres, estética externa, escenografía interna. Son una cantidad de detalles mínimos y chiquititos. Desde el inicio de la idea y de la maduración de la misma pasan largos meses de gestación. Luego materializar todo, terminar una caja lleva aproximadamente dos meses de trabajo de muchísimas horas diarias, pero es un recorrido bellísimo, íntimo, un trabajo miniatura que enamora. Poder transmitir y compartir eso en cada caja es nuestro mayor logro y desafío. Ver que una persona termina de observar la función, se saca los auriculares y aplaude o se emociona, o escuchar que un hombre de 70 años te diga: “¡Yo nunca había visto algo así en mi vida!”, es la mayor satisfacción.
Familiar
La propuesta está destinada a todo tipo de público, lo cual la vuelve familiar. “En las cajas de tres o cuatro espectadores es muy lindo ver sentarse el abuelo, la mamá, los hijos o hijas, o a veces toda la primada, o matrimonios adultos mayores”, contó Cecilia Piccioni. “Y comparten esa intimidad un ratito, y mientras sucede la obra se escuchan risas, comentarios de sorpresa y al irse se llevan una anécdota familiar nueva, distinta y emocionante”.
El grupo
Beso de Mariposa. Teatro en Miniatura surge en 2014 bajo distintas propuestas teatrales para adultos. En 2017 se enfoca en el proyecto lambe lambe. Está conformado por Natalia Pauloni, Verónica Peteán, y María Cecilia Piccioni.