En la noche de este sábado 8 de marzo, en paralelo a su programación habitual, el grupo El Retablo de las Maravillas inaugura en su sala de Moreno 2441 la muestra "Fausto".
La muestra presenta los muñecos y la escenografía de la obra inspirada en textos de Javier Villafañe que se estrenó en 2015.
En la noche de este sábado 8 de marzo, en paralelo a su programación habitual, el grupo El Retablo de las Maravillas inaugura en su sala de Moreno 2441 la muestra "Fausto".
La exposición está compuesta por los títeres y la escenografía del espectáculo "Fausto y Cía.", una obra estrenada en 2015 que regresa ahora en formato de exhibición.
"Fausto y Cía." reúne tres piezas breves del dramaturgo y titiritero argentino Javier Villafañe, que analizan, con humor e ironía, las complejidades de las relaciones amorosas entre hombres y mujeres.
"El Fantasma" es una farsa irónica que aborda el clásico tema del marido engañado, pero con un giro particular: el fantasma involucrado es sorprendentemente terrenal.
"Fábula con moraleja" es un diálogo hilarante entre un tío y su sobrina sobre las consecuencias del amor sin control. "Fausto" es la pieza central, en la que Villafañe ofrece una versión en verso del mito homónimo.
La historia de Fausto en la versión gestada por Villafañe sigue a un anciano sabio que, tras un encuentro con una joven, busca conquistarla ofreciéndole su conocimiento.
Sin embargo, ella anhela cosas materiales y prefiere a un pretendiente que pueda dárselas. Desesperado, Fausto firma un pacto con el diablo para recuperar la juventud y seducirla, pero descubre que la sabiduría de los libros no es suficiente para entender la vida.
“La mirada sobre la mujer es un tanto misógina en la obra, pero en la vida, creo, hay que aceptar todas las posibilidades”, indicó Cristina Pepe, integrante de El Retablo de las Maravillas.
“La obra está muy bien concebida. En pocas escenas plantea la temática de Fausto”, agregó.
Los títeres utilizados en el espectáculo son de varilla, con un mecanismo interno que permite mover sus cabezas, una técnica aprendida por el grupo santafesino de los titiriteros uruguayos Javier Perazza y Ausonia Conde.
“Esta técnica la utilizamos también cuando hicimos Don Perlimplín con Belisa en su jardín, en 1986, cuando se cumplió un aniversario de la muerte de García Lorca”, explicó Pepe.
La escenografía y el diseño de los personajes fueron creados por los titiriteros Óscar Caamaño y Ruy Acevedo, quienes también participaron en la dirección y actuación junto a Cristina Pepe.
El espectáculo se destacó por su cuidada estética y la profundidad de su propuesta, sello distintivo de las producciones de El Retablo de las Maravillas.
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