"Gordas": la (auto) violencia silenciosa

Este domingo 14 de enero a las 20 vuelve al Centro Cultural El Birri “Gordas”, unipersonal autobiográfico sobre la bulimia y la anorexia, basado en los diarios íntimos de la actriz Natalia Marcet con dirección de Ana Woolf y actuación de la propia Marcet. La entrada será libre y la salida a la gorra; habrá servicio de buffet y barra.

Este espectáculo cuenta con el apoyo de Magdalena Segunda Generación (Red Latinoamericana de Mujeres en el Arte Contemporáneo), y de la Fundación Caldaria, (fundación para la prevención de los desórdenes de la Alimentación). Fue declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación Argentina (decreto 4607,2011); de Interés Cultural por la Municipalidad y la Secretaría de Cultural de la Ciudad de Dolores; de Interés Sanitario por la Dirección de Salud de la Municipalidad de Navarro; y de Interés Cultural por la Municipalidad de General Pueyrredón (estas tres últimas ciudades de la provincia de Buenos Aires).

Modelos para desarmar

“¿Te drogás vos?... No, sólo como...”

“¿Te drogás vos?... No, sólo tomo anfetaminas para adelgazar”

“La normalidad... la deliciosa normalidad”

El espectáculo es una gran pregunta irresuelta sobre una adicción que día a día va cobrando sus víctimas, mayormente en forma silenciosa. Es una autobiografía de una mujer que pasó por el infierno de una enfermedad “contemporánea”: la bulimia/anorexia. Es la historia de un ser humano, que, como tantos, al buscar la aceptación de su entorno entran en un camino de auto violencia/autoflagelación donde su imagen se pierde entre miles de imágenes y modelos sociales impuestos.

Natalia Marcet es actriz, pianista y acordeonista, pedagoga teatral, especializada en trabajo de creatividad y resiliencia artística en comunidades vulnerables, facilitadora del movimiento de expresión Mildermann, escritora y narradora oral. La obra fue finalizada en 2007 en Holstebro, Dinamarca y preestrenada (como trabajo en proceso) allí, en el Nordisk Teaterlaboratorium (por entonces sede del Odin Teatret). La dramaturgia fue realizada por su directora, Ana Woolf; la escenografía es una creación de Daniel La Rosa, junto a dos estudiantes de arte que resolvieron el vestuario, y Juan Sardi armó los arreglos musicales a partir de la canción “Qué será, será”, de Doris Day.

Su estreno oficial fue el 22 de junio de 2007, en Mar del Plata, en el Centro Cultural El Séptimo Fuego, donde se mantuvo en cartel durante todo el año para público en general y colegios nivel Polimodal.

Durante ese mismo año también se realizaron giras en la Provincia de Buenos Aires, en las ciudades de Pigué y Darregueyra. Participó del Festival Por Mujer en El Dorado (Posadas), Oberá (Misiones), y se presentó en la Universidad de Misiones, Auditorio de Facultad de Ingeniería.

Fue poniéndose en diálogo con las distintas comunidades de público de diferentes lugares del mundo a lo largo de estos 16 años de trayectoria, lo que devino en sucesivas mutaciones. “Este proceso no se cerró, porque nosotras concebimos que un estreno es un nacimiento, y todo el proceso de funciones es el crecimiento y maduración, tanto del espectáculo, como el mío como artista”, es la idea de la performer escénica.

A la fecha cuenta con más de 350 funciones realizadas, tanto en el país como en Brasil, Chile y Colombia. Su estreno santafesino fue en 2019, en el marco del Festival Mujer Teatro Banquete, organizado por Magdalena Segunda Generación.

Canoa escénica

En julio pasado, la obra regresó a Mar del Plata y al escenario que lo vio nacer hace casi 17 años. En dicha ocasión, expresó Marcet en diálogo con el portal Qué Digital. “‘Gordas’ es una decisión de vida y un camino personal, es una elección estética que va de la mano de una ética, y de una forma de mirar la vida. Es una acción artística que me devuelve día a día el recuerdo de dónde vengo. Y reafirma mi camino como persona y como trabajadora del arte”.

Y agregó: “Fue posible gracias a, en primera instancia, estar recuperada, a la distancia temporal y a una dramaturgia total construida con la necesaria objetividad y amorosidad de alguien que me conoce, invitándome a abordar mis recuerdos desde el distanciamiento”, explicó la actriz; y señalo: “Quise poner luz sobre la problemática”.

“Ana (Woolf) se ocupó de generar una dramaturgia de acciones complejísima, donde yo estuviera todo el tiempo ocupada, para alejar mayormente un desborde emocional. Esto me permitió levantar la tapa de la caja de Pandora y dejar que el recuerdo de la enfermedad, de esa temporada del infierno, saliera a través de la estructura teatral que fue, es y será la canoa con la cual yo puedo atravesar ese mar tempestuoso del recuerdo escrito con mi cuerpo”, sentenció.

“Llevaba un año sin hacer teatro ni nada que pusiera en conmoción mi delicado ‘equilibrio emocional’ y Ana Woolf, hermana del corazón, me vino a visitar a Mar del Plata y me dijo que contara mi historia”, recordó. Siete años después en un festival de teatro en Noruega, la directora le insistió y comenzaron a trabajar. “Tomamos mis diarios íntimos, escritos durante la época de la enfermedad y de tratamiento en yo narrativo. Para mi eran inabordables. Hoy releo y pienso ‘¿quién escribió esto?’”.