Juan Ignacio Novak

El jueves llegó a los cines “Zootopia”, nueva apuesta de la popular factoría. Desde 1937 con el legendario largometraje “Blancanieves y los siete enanos” y desde antes con sus cortos, el maestro de los dibujos animados cautiva al público familiar. Un repaso por sus películas más logradas.

Juan Ignacio Novak
La factoría de dibujos animados más famosa del planeta, Walt Disney, tiene su nueva apuesta: se llama “Zootopia”, llegó a los cines argentinos ayer y cuenta la historia de una moderna ciudad muy parecida a las metrópolis actuales, pero que en lugar de humanos tiene animales. “Un crisol donde animales de cada ambiente conviven” y un lugar donde “sin importar lo que seas, desde el elefante más grande hasta el más pequeño insecto, puedes lograr lo que te propongas”, adelanta la sinopsis.
“Zootopia” tiene todos los ingredientes de una película de Disney, con animales parlantes, historias de superación, muchos gags visuales para los más chicos, personajes entrañables, infaltables villanos y una historia entretenida como para enganchar también al público adulto.
También sirve como excusa para repasar algunos los largometrajes más logrados de Disney, tanto desarrolladas por el pionero Walt en vida como por quienes continuaron dirigiendo la compañía en las décadas posteriores. Una selección tan aleatoria como entrañable.
“Blanca Nieves y los siete enanos” (1937): Clásico irrepetible. Algunos críticos lo equiparan con “El nacimiento de una Nación” por el significado que tuvo para la evolución del cine. Fue el primer largometraje animado de Disney y abrió nuevos horizontes. Además, la adaptación de la historia de los Hermanos Grimm es deliciosa: la protagonista es bella y cándida, los enanitos divertidísimos y la bruja tan mala y fea que debe haber poblado las pesadillas de varias generaciones.
“Pinocho” (1940): El cuento de Carlo Collodi tiene su mejor versión en el imaginario de Disney. La película es tan emocionante como llena de suspenso. Yepeto es la encarnación de la bondad, así como Pepe Grillo la conciencia que guía a Pinocho. Si los personajes femeninos son la especialidad de Disney, en este caso logra que inevitablemente cuando imaginamos a Pinocho lo hagamos con la fisonomía que él concibió.
“Dumbo” (1941): “Una película que nunca olvidarás”. Así la calificó un crítico en el momento en que se estrenó. Y tuvo razón: cada generación que desde 1941 descubrió esta historia la valoró adecuadamente. Es imposible sustraerse ante la entrañable historia de un “diferente” que debe afrontar muchas tribulaciones para descubrir que es “especial”. La reconstrucción de los distintos escenarios del circo, con maquiavélicos payasos, es digna de Fellini.
“Bambi” (1942): El que no haya derramado al menos una lágrima con esta película, no tiene sensibilidad. Es uno de los clásicos más queridos de Disney. Además, el entorno natural en que viven los animalitos es espectacular, uno de los que mejor recrearon los “artesanos” que tenía Walt bajo sus órdenes. Alcanzó el estadío superior de película de culto y su visionado sigue siendo un disfrute para grandes y chicos.
“La Bella Durmiente” (1951): “Eres tú, el príncipe azul que yo soñé...”. Aurora (bajo su apariencia de Rosa) canta y todos se enomaran de ella. Sobre todo, el príncipe Felipe, capaz de enfrentar al Mal para darle un beso y despertarla de su sueño, luego de que se pinche un dedo con la rueca. Un triunfo estético que también sobresale por la calidad de los personajes: las tres hadas aportan calidez, Aurora belleza y Maléfica, la villana mejor lograda del mundo de Disney, se roba la película.
“Peter Pan” (1953): Aunque es de lejos la menos lograda de las obras incluidas en esta lista, fascina por la caracterización de dos “secundarios”, el Capitán Garfio, que persigue sin cesar a los niños perdidos de Nunca Jamás, y el hada Campanilla. Es cierto que esta adaptación abandonó el oscuro sentido del humor del cuento de J.M. Barrie. Pero eso no resta méritos a una producción que posee el encanto característico de Disney. Fue nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
“La Bella y la Bestia” (1991): Aunque Jean Cocteau dirigió en 1946 una excelente versión del cuento, la de Disney es la más conocida. Antes del surgimiento de Pixar (que hace una década finalmente fue adquirida por Disney) fue considerada la mejor película animada. Logró que, por primera vez, una película de animación fuera candidata al Oscar a la mejor película. La aventura de Bella atrapada en el castillo de Bestia es una fábula sobre la belleza, pero también un divertimento.
“El Rey León” (1994): Con ecos shakespereanos (la historia tiene como fuente de inspiración a “El Rey Lear”) se trata de uno de las mejores trabajos de la “nueva etapa” que Disney inició a fines de los ‘80 con “La sirenita”. La historia de Simba, un león cachorro que debe enfrentar al diabólico tío Scar para recuperar el “trono”, contiene una épica difícil de igualar. Pero posee también momentos de romanticismo y otros de diversión con Timón y Pumba, al estilo “Hakuna Matata”.
“Frozen” (2013): Disney recupera el sabor de los clásicos en esta adaptación libre del cuento “La reina de las nieves” de Andersen que hizo furor hace tres años, sobre todo entre las nenas. No solo ganó dos Oscar sino que logró un enorme éxito. Los personajes, impecables y llenos de matices: desde la conflictuada Elsa, que no controla su poder, hasta Anna, enamoradiza e ingenua, pero valerosa. Los gags a cargo del muñeco de nieve Olaf, entre lo mejor de la película.