Existe amplio consenso respecto a que Santa Fe es una ciudad que ocupa un lugar relevante en la historia del jazz argentino y hasta latinoamericano. De hecho, un hombre de probada trayectoria dentro musical como Rubén “Chivo” González (a quien no puede acusarse de localismo alguno, dado que es rosarino) admitió hace algún tiempo, en una entrevista concedida a este medio que, pese a que hoy los tantos están equilibrados, la capital provincial ocupó en un momento el privilegio de estar entre las ciudades del país con mejor calidad de músicos vinculados al género.
Música y cine
El documental que explica porque Santa Fe es una “ciudad de jazz”
Este viernes Cine América proyectará “Proyecto Jazz”, de Diego Soffici, estrenada en 2015. La función especial será en el marco de la celebración de los 40 años de la Santa Fe Jazz Ensamble, cuyos orígenes y principales hitos están reflejados en la película, donde intervienen varios músicos.
Buena parte de ese bien ganado prestigio tiene que ver con el aporte de músicos puntuales, pero sobre todo con una big band que se formó a principios de los 80 y tomó para su nombre, precisamente, el de la ciudad: la Santa Fe Jazz Ensamble. Agrupación emblemática que celebró sus 40 años de labor a través de un reciente concierto y que obtuvo un reconocimiento en el Concejo Municipal en virtud de este aniversario. Los festejos alusivos incluirán, a su vez, una función especial en el Cine América (25 de Mayo 3075) del documental de Diego Soffici “Proyecto Jazz”, que filmó hace algo menos de una década, indaga en la historia de la big band y se estrenó (en esa misma sala santafesina) en 2015. La misma se realizará este viernes a partir de las 20.
El de Soffici (que estará presente en la proyección) no es el primer film documental consagrado a los orígenes y al devenir de la banda santafesina. Como antecedentes y al mismo tiempo fuente de información para Soffici, figuran “Jazz desde el Interior” (de Patricio Coll), “Ensamble” (de Pedro Deré, actualmente abocado al rodaje de “La ceremonia”) y “Jazz” (del referente del Taller de Cine de la UNL, Raúl Beceyro). Pero tiene un formato innovador, admitido por los propios músicos que formaron parte del elenco. Es que además de reflexionar sobre el jazz, analiza las reglas del cine como disciplina.
Cabe recordar el argumento, al menos en sus líneas generales: Soffici le encarga a Casís recopilar material de los últimos treinta años del jazz en la ciudad para (y aquí aparece una suerte de reflexión autoconsciente) el rodaje de una película. Lo cual lleva a Pedro a solicitar la colaboración de sus viejos compañeros de la Santa Fe Jazz Ensamble. A partir de allí, el espectador tiene la posibilidad de acercarse a la banda a través de los testimonios de los propios músicos, a la vez que se escenifican las propias dificultades que derivan de la realización de documentales, que deben “lidiar” con la realidad, que muchas veces no se ajusta a los deseos de un director.
Un producto atípico
El origen de la película -tal como apuntó Soffici en una entrevista realizada con El Litoral en 2015- fue la mixtura entre una convocatoria generada por Espacio Santafesino a fines de 2013 y el deseo de dejar registro en la pantalla del jazz en Santa Fe. A esto se añadió la inquietud del director de eludir el formato clásico del documental, para introducir algunos elementos más vinculados con la ficción. De hecho, varias escenas de “Proyecto Jazz” se ejecutaron del mismo modo que si hubieran estado ante una película de ficción. No solo respecto al trabajo de cámara, sino también respecto a las indicaciones para los músicos, que en algún punto se convirtieron en improvisados actores. En rigor, la única instancia del rodaje en la cual Soffici se ciñó por completo al corsé que impone el documental clásico fue en la filmación del concierto que se ve en “Proyecto Jazz”. Para poder ejecutar esta idea, Soffici se valió del talento de otros cineastas como Agustín Falco y Arturo Castro Godoy.
Historia viva
La Santa Fe Jazz Ensamble es una big band que se formó en 1981. Integrada por músicos de amplia trayectoria, editó seis discos y compartió escenarios con músicos de la jerarquía de Gerardo Gandini, Néstor Marconi, Hugo Pierre, Gustavo Bergalli, Ernesto Jodos, Roberto “Fats” Fernández, Joe Pass, Andy Hunter, Marshall Gilkes, Nick Finzer, Luis Bonilla, Michael Dease, José Dávila, John Fedchock, Nailor “Proveta” Azevedo y Paquito D´Rivera entre otros. Todo ese bagaje resulta fundamental, dado que uno de los objetivos del ensamble musical consiste en la difusión del jazz a través de distintas plataformas, para garantizar el contacto con el público.
La Jazz Ensamble, que obtuvo a lo largo de su historia diversas distinticiones, está conformada por Víctor Malvicino, Pablo Aristein, Charly Avveduto, Bruno Rosado, Maxi Herrlein, Marcos Giardino, Julián Debrahi, Francisco Galluccio, Nicolás Serrano, Pepi Dallo, Rubén Carughi, Marcelo Huser, Emir Alud, Elián Stürtz, Pablo Díaz Veronesi, Cacho Hussein, Cristian Bórtoli y Alejandro Ferrero.
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