"Nuestra nafta es el público"

Juan Ignacio Novak

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Los comediantes Agustín Battioni y Julián Bellese presentarán “Caripa stand up”, que se adelanta como un “histriónico show de comedia con un ritmo imparable”. Será el sábado próximo, a las 21.30, en la Moreno (Marcial Candioti 3341). Esta propuesta, donde trasladan los contenidos de sus videos al escenario combinados con una propuesta más abarcativa que apunta a la diversión del público, forma parte de una gira por el primer año de “Caripa”. “Lo importante es tener muchas fechas para mostrar a la gente lo que construimos durante este tiempo”, contaron los artistas a El Litoral.

—El espectáculo ofrece la receta justa del humor ¿Cuáles son los ingredientes?

—Julián: Llevamos nuestra vida cotidiana al escenario. Como nos mostramos, somos. Entonces tratamos de ponerle el humor a nuestro día a día, compartirlo con la gente y que la gente en ese rato que nos elige se olvide de la rutina, de lo pesado de la semana y pueda relajarse y disfrutar un poco.

—¿Qué es lo que busca el público cuando los va a ver?

—Agustín: Creo que lo que busca es justamente es lo que decía Juli: distenderse del estrés de la rutina. Disfrutar de manera amistosa. Todo el tiempo buscamos la interacción con el público para que se sienta relajado y no se guarde nada. Ni la risa, ni el aplauso, ni cualquier cosa que quiera manifestar en el medio del show. Que se relaje totalmente.

—¿Cómo es esa interacción con el público?

—Julián: Es constante, porque lo que tiene el stand up es éso, que tenés ahí la gente. No tenés una cuarta pared, estás ahí todo el tiempo intercambiando energía. Pero hay segmentos del show que son muy específicos, donde se preparan sketchs.

—¿Y esos sketches en qué se basan?

—Agustín: Tenemos dos. A mí me encanta actuar además del stand up y en el primer sketch mostramos eso, algo totalmente creado por nosotros. Y el segundo se hace con selecciones de lo que hacemos en diferentes redes.

—El trabajo de ustedes se basa mucho en lo que pasa en las redes sociales.

—Agustín: En realidad, es integral. No queremos abarcar sólo al público de las redes sociales. Queremos expandirlo y no quedarnos solamente con que la gente venga a ver lo de las redes sociales. Al contrario, lo único que tocamos de las redes es lo que está en el segundo sketch.

—¿Y cómo hacen para abarcar más público en un contexto en el cual lo que no pasa en redes sociales muchas veces es como si no pasara?

—Julián: Crear contenidos en redes diariamente es un trabajo. Es lo que hace que se abran puertas y que más gente nos conozca. Después, es muy importante el “boca a boca” post-show. Por eso hacemos que cada show sea único y distinto para que la gente lo recomiende. Eso es importante, además del contenido diario que creamos en redes.

—La lógica es la de siempre, cambian los canales.

—Julián: Hay un público de redes que es fiel. Después, está el que paga una entrada. Y ahí hay un trabajo: demostrar que no sólo hacemos reír a través de un teléfono celular. Nos podemos parar en un escenario y defender nuestro show. Si el trabajo es prolijo en redes, tiene que ser más prolijo en el escenario, donde la gente paga una entrada, se baña, se cambia y nos elige.

Energía

—El stand up está muy relacionado con el unipersonal. ¿Por qué decidieron hacerlo entre los dos?

—Agustín: Lo resumo rápido. Con Julián éramos conocidos del barrio (Ramos Mejía). Éramos los típicos conocidos que pasábamos al lado, no nos saludábamos, pero nos conocíamos. Yo había empezado con redes sociales, pero me basaba solamente en la actuación. Julián ya había empezado con el stand up. Me invitó a su show, fui y me encantó lo que hizo. Nos sentamos a hablar y le dije: “Me encantaría trabajar con vos”. A mí me falta la técnica del stand up, estoy acostumbrado a otra cosa. Entonces hice el curso de stand up y arrancamos a trabajar juntos. Tuvimos química desde el primer momento. Nos pareció interesante empezar a trabajar juntos y ver como nos desenvolvíamos. Hoy en día hicimos una gran amistad, nos encanta trabajar juntos y estamos muy agradecidos el uno con el otro.

—¿Hace cuánto que vienen trabajando juntos?

—Julián: Ya tiene un año. Lo cumplimos en abril. El año pasado estuvimos probando la estructura del show. Nos fuimos de gira a la Costa y cuando volvimos empezamos a seleccionar lo mejor. Este año arrancamos un show más armado y hoy dura una hora cuarenta. Y la energía siempre en alto, que es lo que más nos importa.

—¿Cuesta mantener esa energía?

—Agustín: Nuestra nafta es el público. Nos basamos en que el público, si nos eligió una vez, pueda elegirnos de nuevo. Si bien el show mantiene su estructura, intentamos renovarnos para la gente que ya nos vino a ver. Por ejemplo, la gente que nos vio en la Costa y nos viene a ver hoy va a encontrar un show diferente, pero con cosas similares. En eso nos basamos: en que el público se vaya renovando, pero en que el público que ya nos vino a ver, vea que estamos laburando.

Vulnerables y responsables

—En el espectáculo se ríen de ustedes mismos ¿De qué cosas?

—Julián: De nuestra vida, de cosas que fuimos viviendo en distintas épocas, de nuestras familias, de nuestras características físicas. Jugamos mucho con nosotros y esa vulnerabilidad después te permite moverte tranquilo en el escenario. Eso nos genera una confianza en nosotros, en nuestro laburo. la gente recepciona ese mensaje y ahí empieza un poco el humor a partir de la identificación. Vamos más por nuestras vidas, no a la visión universal sobre temas tradicionales como lo que pasa en el transporte público o alguna otra cosa cotidiana. Si no que vamos a las experiencias de vida propias.

—La identificación se da porque la gente que los ve los siente como pares.

—Julián: Manejamos un público promedio de entre 18 y 30 años. Contamos situaciones que fuimos viviendo, desde nuestra visión. Y el que nos fue a ver, que tiene esa edad, entiende, le pasó y lo vive.

—¿Lo que les pasa en las giras nutre después al espectáculo?

—Agustín: Claramente. En lo que nos nutre es en la experiencia. En no poder creer que desde que nos juntamos en el patio de la casa de Julián a armar el show, de repente estamos yendo a Río Cuarto, a Córdoba, a Rosario, a Santa Fe. Y la gente nos elige. En eso nos nutre: en las ganas de seguir trabajando en esto y reinventándonos.

—Además, me imagino que el público buscará permanentemente renovación.

—Julián: Nos pasa con Agus que hablamos mucho de todo lo que vivimos. Casi somos pareja (risas). Algo muy loco que nos pasa es que hay gente que nos vino a ver más de tres veces. Si bien cada show es único, hay un esquema. Y el hecho de que haya gente que nos haya visto tres veces es una fidelidad y un mimo que vale más que cualquier cosa. Es generar un vínculo, frena un rato en el día para ver un video nuestro o para comprar una entrada. Eso es algo que no podemos creer y no podemos dejar de estar agradecidos.

—Y también es una responsabilidad.

—Julián: Olvidate. Es una responsabilidad que Agus y yo tenemos totalmente asumida.

El Dato

Localidades

Las entradas se encuentran a la venta en Marcial Candioti 3389 o a través de www.eventbrite.com.ar.