Jueves 12.5.2022
-Última actualización - 11:27
Este domingo desde las 20, en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457) y con entrada libre y gratuita (se retiran en boletería a partir de las 19 del mismo día) se presentará “Artículo 19: El experimento”, exitosa obra teatral rosarina que cuenta con las actuaciones de Adriano Espinosa Catalán, Mauro Sabella y Fran Alonso, bajo la dirección de Esteban Trivisonno y Manuel Melgar, con producción general de Juan Pablo Saint Girons al frente de Límite Producciones y música original de Fabián Gallardo.
La propuesta artística narra una historia ficticia que tiene lugar en 1933, en una base secreta del Ejército Nacional Argentino. Allí un soldado es forzado a participar en un experimento para determinar la peligrosidad de una sustancia llamada Artículo 19, que casualmente comparte nombre con el Artículo 19 de la Constitución Nacional que afirma: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados”
Quienes llevan adelante el experimento son el despiadado General Messina y el ambicioso Doctor Melengue. A medida que avanza y aparecen los resultados, los límites de poder y el vínculo entre estos tres hombres también se pondrán a prueba para determinar el futuro de esta sustancia, la cual, podría cambiar el destino de la historia de la humanidad.
Tomándose muy en serio el humor, la obra es una invitación a pensar en las arbitrariedades del poder y la rigidez de ciertas instituciones como el ejército y la ciencia. La pieza propone una experiencia completa en la cual el espectador tenga un rol activo y se constituya como testigo necesario del experimento, además de proponer un entrecruzamiento del lenguaje teatral con el audiovisual. A días que la Cámara de Diputados convirtiera en ley el proyecto que establece un nuevo marco regulatorio para el cannabis medicinal y cáñamo industrial, "Artículo 19: el experimento", cobra más actualidad que nunca.
“Lejos de querer ser una obra tradicional, esta pieza teatral propone una experiencia completa en la cual el espectador tiene un rol activo y se constituye como testigo necesario del experimento en cuestión, además de proponer un entrecruzamiento del lenguaje teatral con el audiovisual”, adelantan desde el equipo de trabajo.
“Cuando el equipo de actores me convocó para dirigir esta obra y pude no solamente leer el tratamiento del texto que en ese entonces había, sumado a la propuesta estética y a los objetivos principales, sentí una alegría plena que desde un espacio ficcional y con claras intenciones de ser una comedia, se pueda poner en la mesa el debate acerca de la despenalización sobre el uso del cannabis y hacer un especial énfasis en cómo se estaba polarizando este tema dentro de la sociedad”, dijo en diálogo con El Ciudadano de Rosario el director de cine y teatro Esteban Trivisonno acerca del trabajo que puso en marcha junto con Manuel Melgar respecto de las coordenadas desarrolladas a partir del material recibido (unas escenas previas) y de cara al debate que se viene.
Y agregó: “Lo primero que me surgió fue acomodar este material y darle un marco de farsa teniendo como norte otras ficciones, principalmente cinematográficas, que es la profesión que estudié y en la que me sigo formando, que permitían tocar temas candentes, profundos, políticos e incendiarios de una manera salvaje, llevando todo al extremo: hablar del problema desde el problema, correrse del lado sutil. Un experto en este tema es el director y showrunner (autor-productor) Armando Iannucci, del cual me reconozco fan total y cuyos últimos trabajos van directo a satirizar sobre el poder, principalmente en organismos del Estado, de control y sobre las personas, que ejercían ese poder casi de manera infantil. Ejemplos como la serie ‘Veep’, o las películas ‘In The Loop’ o ‘La muerte de Stalin’ me ayudaron a plantearle al elenco que, como se trata de un tema que genera tanta controversia y opiniones cruzadas e incómodas, la clave iba a ser laburar al máximo a los personajes y sus conductas en relación con ese entorno donde están inmersos. Me atrajo la idea de poder indagar en estas relaciones de poder yendo directamente al hueso de estos temas que atraviesan la legalización del cannabis para solapar otras cuestiones que tienen que ver con los supuestos momentos donde alguien decide por el resto y el miedo al fracaso que se impone desde las sombras, haciendo que todo se entorpezca, se ensucie y no se termine hablando de lo importante. Nada aterra más que un supuesto”.