“Rinoceronte” se llevó el Premio de los Periodistas Iberoamericanos de Cine
La película dirigida por el venezolano-argentino Arturo Castro Godoy, coproducción entre Argentina e Italia, compitió por el Colón de Oro, el premio mayor, que fue para la chilena (en coproducción con varios países) “Blanquita”. El jurado de la prensa destacó la interpretación de los dos protagonistas, el novel Vito Contini Brea y el experimentado Diego Cremonesi.
Eva Bianco, Diego Cremonesi, y Vito Contini Brea: el difícil momento de un niño al ingresar a un hogar de acogida. Foto: Gentileza Altocine
El jurado compuesto por los periodistas Adela Mac Swiney, Elio Castro-Villacañas y Manuel Bellido decidió que el Premio de la asociación Periodistas Iberoamericanos de Cine del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (España) recaiga en “Rinoceronte”, de Arturo Castro Godoy (Argentina-Italia, 2021) “por reflejar de manera sincera, honesta y conmovedora la historia de Damián, un niño de 11 años que tiene que ingresar en un hogar de acogida. Un relato universal que conecta con el espectador por su sencillez, humanidad y esperanza. El jurado destaca especialmente la interpretación de los dos protagonistas del filme, Vito Contini Brea, que interpreta al niño Damián y Diego Cremonesi, que da vida a Leandro, el asistente social que le ayudará a afrontar esa nueva y difícil vida”.
Jugar en primera
La obra del director nacido en Venezuela, pero que ha realizado toda su carrera cinematográfica en la Argentina, participó en la Sección Oficial del Festival (llevado a cabo entre el 11 y el 18 de noviembre), aspirando al Colón de Oro, premio mayor del encuentro. Pero el jurado presidido por la productora dominicana Desiree Reyes, integrado también por la actriz María Esteve y el periodista Sergio Correa, concedió esa distinción a “Blanquita” (Chile, México, Luxemburgo, Francia, Polonia, 2022), de Fernando Guzzoni. El jurado argumenta su fallo asegurando que Blanquita es “un estremecedor relato cinematográfico que desde una narrativa orgánica y poderosa denuncia, cuestiona y señala, en una historia que atrapa a sus espectadores con la contundencia de su fuerza autoral”.
Este Festival, fundado en 1975, es uno de los festivales más importantes de Europa en su género. Permite la presentación en el viejo continente de la mejor cinematografía iberoamericana, además de ser punto de encuentro de profesionales de las distintas disciplinas del sector audiovisual.
La revelación del filme, Vito Contini Brea, y el director y guionista Arturo Castro Godoy. Fotos: Gentileza Altocine
La película
“Rinoceronte” es un largometraje ficcional escrito y dirigido por el reconocido director y guionista Arturo Castro Godoy (“Aire”, 2018; “El silencio”, 2015; entre otros) y producido por Altocine y Mediterráneo Cinematográfica en colaboración con la cooperativa MuchaSiesta.
“‘Rinoceronte” es una película sobre la rabia. La rabia de un niño separado de una vida solitaria y violenta que es todo lo que conoce, y la rabia de un asistente social que ve reflejadas sus cicatrices en las del niño. Es en ese encuentro donde Damián tendrá que aceptar, o no, la compañía y la posibilidad de algo nuevo. Leandro, por su parte, deberá entender que por más que quiera ahorrarle al niño las partes más difíciles del trayecto, lo único que puede hacer es llevarlo hasta la puerta y cruzar los dedos”, expresó Castro Godoy, también guionista del relato, sobre la dinámica de los personajes protagónicos.
En conferencia de prensa durante el festival, el director explicó que son niños que tienen que “aprender a lidiar con las cosas" que cargan sobre los hombros, "las cicatrices que tienen y ver cómo es esta vida nueva y una nueva manera de relacionarse y habitar el mundo”.
Los protagonistas son dos personajes que “comparten un pasado y un presente”, que vienen “de un lugar parecido”; y se da “ese juego de reflejo en el que están los dos intentando sobrellevar todo”, indicó. La idea de este largometraje surgió del entorno cercano de Castro: “Tengo gente conocida trabajando es espacios muy parecidos a los que se reflejan en la película”, comentó.
Castro quiso centrarse en la “perspectiva del niño” de una manera “no tan expositiva, sino más sensorial”, intentando tratar “un tema delicado y fuerte”, pero “sin muchos golpes de efecto, lo más honesto posible”. “Lamentablemente, estas historias son universales” y todo el mundo puede “conectar y entender” por dónde está pasando.