Sam Rivers, reconocido bajista y miembro fundador de la banda estadounidense Limp Bizkit, falleció este sábado a los 48 años. La noticia fue confirmada por la propia agrupación a través de sus redes sociales.

El bajista y cofundador de Limp Bizkit, Sam Rivers, falleció a los 48 años tras enfrentar una dura enfermedad. Figura clave del nu metal, fue autor de los riffs que definieron el sonido de una generación. Sus compañeros lo recordaron como “el corazón” de la banda.

Sam Rivers, reconocido bajista y miembro fundador de la banda estadounidense Limp Bizkit, falleció este sábado a los 48 años. La noticia fue confirmada por la propia agrupación a través de sus redes sociales.
Durante más de dos décadas, Rivers fue una pieza clave en el sonido y la identidad del grupo, que se convirtió en una de las mayores referencias del nu metal a fines de los 90. Con más de 40 millones de discos vendidos, Limp Bizkit marcó una época y definió una estética que combinó rap, metal y rebeldía.
“Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro latido. Sam Rivers no era solo nuestro bajista, era pura magia”, escribió el grupo en su cuenta oficial de Instagram.

Nacido en Jacksonville, Florida, Rivers fue uno de los miembros fundadores de Limp Bizkit en 1994, junto a Fred Durst, Wes Borland, DJ Lethal y su primo John Otto. Desde entonces, formó parte de todos los discos más emblemáticos del grupo.
Entre ellos destacan Three Dollar Bill, Y’all$ (1997), Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000), álbumes que catapultaron a la banda al estrellato internacional.
Su bajo, potente y rítmico, fue la base de éxitos como “Break Stuff”, “Nookie” y “Rollin’”. En cada show, Rivers aportaba la calma en medio del caos y el pulso que mantenía viva la energía del grupo.
El músico murió tras una larga lucha contra el cáncer. Aunque su entorno mantuvo en reserva los detalles sobre el tipo de enfermedad, se supo que llevaba años batallando complicaciones de salud.
Fred Durst, líder y vocalista del grupo, despidió a su compañero con un sentido mensaje: “Desde la primera nota que tocamos juntos, Sam trajo una luz y un ritmo insuperables. Su talento era espontáneo, su presencia inolvidable, su corazón enorme”.
Por su parte, DJ Lethal escribió: “¡Dale a Sam sus flores y toca sus líneas todo el día! Vivirás a través de tu música y las vidas que ayudaste a salvar”.

Rivers había revelado en el libro Raising Hell: Backstage Tales From The Lives Of Metal Legends que dejó la banda en 2015 debido a una grave enfermedad hepática causada por el alcoholismo. En 2017 fue sometido a un trasplante de hígado y logró recuperarse parcialmente antes de volver a tocar con Limp Bizkit.
Su fallecimiento deja un vacío en el mundo del rock, pero también un legado vibrante que sigue vivo en cada riff y cada escenario donde su bajo hizo temblar al público.
“Era una persona única en la vida. Una auténtica leyenda de leyendas. Y su espíritu vivirá por siempre en cada ritmo, cada escenario, cada recuerdo”, escribieron sus compañeros en el mensaje de despedida.
Desde distintas partes del mundo, colegas y fanáticos expresaron su tristeza y agradecimiento por la música que marcó a generaciones enteras.
Sam Rivers, aquel bajista que combinó la potencia del metal con la actitud del hip hop, deja un legado que sigue latiendo al ritmo del rock.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.