Lunes 9.1.2023
-Última actualización - 10:27
Pese a que el tiempo no sobra me fui a ver una obra. Era un elenco oficial, con buena paga estatal. Una obra interesante con cuatro mujeres parlantes. Un discurso de antes de La Peste, aunque algunos todavía les moleste; dicho por cuatro señoras en poco más de una hora.
Si duraba un poco más alguien se iba a enojar; no había ventiladores ni aire fresco ni abanicos, la gente sudaba mucho, como en bondi en hora pico, pero igual se apasionaba, aunque se escuchaba mal, un texto versificado por capricho del autor que decía, así es mejor, para contar estas cosas, cuatro mujeres chismosas cuereando, sin aflojar, sus propias vidas paganas, de gorilas muy urbanas, reprochándose macanas del ayer, del hoy, de mañana.
Cuando salí a la vereda pensé: ¿Qué es esto que vi? Explicarlo no es sencillo, porque no soy militante de algún sueño delirante contado como ironía, y la gente se reía exactamente al revés, apoyaba lo peor, cambiaba el rumbo al mensaje; les sucede a los autores que piensan en un aplauso para comprar un pasaje a la fama, el oropel, se les confunde el papel entre buenos y villanos y terminan confundidos: les aplauden lo jodido, ignoran sus ilusiones, dan vuelta sus emociones y mensajes escondidos. Terminan con sus escritos dando por cierto lo muerto, alumbrando con más luz lo que todos conocemos y dejando sin reflejos aquello que ya por viejo, por malo o por enfermo deberíamos dejar pero que así no se va, se vuelve a representar.
Es buena la militancia y el teatro que se embandera pero vuelvo a la vereda y la pregunta que insiste: qué vi con los “Tarascones” en un teatro acalorado por la refrigeración ausente, que hace mil años murió, como muere tanta gente... Vi cuatro actrices capaces y un texto versificado, con sonido entrecortado, y la esperanza -perdida- de fabricar nuevos mundos, con un sentido profundo, desde un sitio equivocado, donde queda la pasión de plantarse cuatro noches, contra la brisa del mar simulando “tarascones”... que solo son moretones de una realidad tirana... y cierra la reflexión una estrofa de un cantor que dice (mejor que yo) todo cuanto sucedió:” Que difícil se me hace cargar todo este equipaje, se hace dura la subida al caminar esta realidad tirana, que se ríe a carcajadas porque espera que me canse de buscar”... (Lerner).
Paremos con los versos
Las gacetillas siempre son útiles. “‘Tarascones’ subirá a escena en el Auditorium. Protagonizada por Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín, la elogiada comedia ‘Tarascones’ subirá a escena en el verano de Mar del Plata.
La comedia pone en acción a cuatro amigas que al cabo de unas horas y llevadas por la circunstancia, habrán dicho más de lo que en otro momento se hubieran animado a decir.
Como es habitual, Zulma, Martita, Estela y Raquel, señoras de clase acomodada, se reúnen para compartir una tarde de té, charlas y juego de canasta. Pero esta vez un hecho inesperado, un crimen, altera el programa y convierte al living de la casa de Raquel en ‘la hoguera donde se ejecutará a la bruja malvada’.
Desde el comienzo el suspenso se apropia del clima de esta obra que tiene la particularidad de estar escrita en verso: ‘La decisión de escribirla en verso -explica Gonzalo Demaría- apareció como una necesidad inmediata, la de dar espesor al lenguaje, la de elevar ese living y esas señoras a las categorías de la épica y el disparate’”.
Ficha técnico-artística
Autoría: Gonzalo Demaría. Actúan: Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty, Susana Pampín. Vestuario: Magda Banach. Escenografía: Cecilia Zuvialde. Música: Marcelo Katz. Producción: Cooperativa Tarascones. Dirección: Ciro Zorzoli.
Antes de La Peste
Sobre el 2017/ después en el 2018, en un teatro oficial, en Rosario, se presentaron. Es un elenco oficial. El cronista de La Capital, de Rosario, escribió sobre la obra. Pero cuidado, antes de La Peste éramos diferentes. Esto se dijo.
“Demaría explicó que detrás de esto hay un texto en el que el humor y la fusión de géneros son centrales. ‘En primer lugar el humor lo hace más digerible (al conflicto). La intención es la del divertimento y si bien se habla de cosas serias y hasta dramáticas, el humor posibilita que se trague esta píldora de una manera más amable’.
Para el autor, ese punto de partida estuvo claro desde el momento en que concibió la obra. ‘Hubo mucha discusión interna sobre el título. Antes era «Comedieta de living». A Ciro le pareció que era un poco agresivo con la propia obra porque era más que una comedieta. En todo caso me parecía una forma de ironizar sobre el género y a mí mismo me gustaba aplicármela. Pero pensaba que eso podía ser confuso para el espectador. «Tarascones» es una palabra cargada. Su propia etimología es un poco misteriosa porque alude a una ciudad en Francia, a Tarascón, a un supuesto monstruo que había allí, según la leyenda, que mordía. En todo caso, estas cuatro personas, son cuatro personas monstruosas. Pero desde el humor. Para mí el humor es insoslayable. El humor en definitiva es un punto de vista’”.
Preguntado por el cronista, Rodolfo Bella, sobre el eje central: personajes y texto, el autor declaró: “Pienso en la realidad de estos personajes y para mí son Martita, Zulma, Estela y Raquel. No las busqué como para representar a un segmento social sino que son ellas. Los parecidos y las reflexiones vienen a posteriori, no durante la creación de la escritura y en general vienen de afuera, no de mí mismo. Pienso que es un poco usual entre los autores, salvo que uno quiera hacer un teatro didáctico como Brecht. Esta es una obra que es ante todo un divertimento. Lo escribí divirtiéndome y por eso la escribí en verso que es una escritura lúdica, un ejercicio como si fueran palabras cruzadas”, aseguró.
Vamos de nuevo, un ejercicio como si fuesen palabras cruzadas, confiesa el autor que escribió “Tarascones” (para divertirse). Desde la fecha de aquella escritura ha cambiado el mundo; cabe entonces preguntarse: ¿es actual esta diversión...? No me pregunte a mí, yo solo soy periodista, soy el que hace las preguntas.