Mili López

El Trío Ventana presenta este miércoles su disco “Largavista” por el canal de YouTube del sello discográfico Shagrada Medra en el ciclo La Hora Azul. En esta charla, con el músico uruguayo, hay un adelanto de las sonoridades propuestas por el grupo, cómo se gestaron las canciones, los referentes musicales y el hecho de estrenar en plataformas digitales.

Mili López
Este miércoles a las 22, el grupo uruguayo Trío Ventana presenta su segundo trabajo discográfico “Largavista”, por el canal de YouTube del sello discográfico Shagrada Medra en el ciclo de escuchas de La Hora Azul.
Con Hernán Peyrou en teclados, acordeón, sintetizadores, guitarra y voces, Martín Ibarburu, en percusión y Nicolás Ibarburu, guitarra, guitarrón y voces, y el aporte del bajo de Rolo Fernández, más una larga lista de invitados de lujo, presentan nuevas canciones que dan continuidad a la búsqueda creativa de “Amigo imaginario”, su primer disco.
Esta propuesta recorre nuevos caminos de exploración musical, con una impronta más urbana en la que predominan sonoridades de géneros como el jazz y el candombe. Sin perder las claras resonancias de géneros folclóricos, la banda logra consolidar una estética sonora y creativa propia.
En una charla con Nicolás Ibarburu, indagamos sobre las búsquedas sonoras, los referentes musicales, la génesis de las canciones, las letras, y el aporte del grupo a la música popular uruguaya.
-A partir del título del disco “Largavista”, ¿cuál es el concepto que subyace a toda esta música?
-El título del disco alude a hacer una pausa, mirar un poco más allá, a contemplar, profundizar la mirada. También tiene que ver con mirar hacia nuestras raíces y, al mismo tiempo, hacia el futuro. Hace referencia a toda la música que está por venir y a todos los caminos que las canciones abren como posibilidad. La idea de la banda es tomar músicas folklóricas y buscar variantes y mezclarlas con otros sonidos o formas de tocar que nos gustan. Poder ver entrelíneas y darse el tiempo para estar.
-Este disco nace, al igual que el primer álbum del trío, en Cabo Polonio, un lugar que hace posible las largas vistas. ¿Cómo influye el paisaje o el alejarse de la rutina para el momento de creación?
- El Cabo Polonio es algo muy especial porque todas las canciones se gestaron ahí, y en una primera instancia lo que nos condicionó fue la sonoridad porque al no haber electricidad, la sonoridad fue acústica, guitarra, acordeón, melódica, cajón. Esa sonoridad es el reflejo de nuestro primer disco. Pero en este segundo disco está ese hilo conductor sonoro pero nos tomamos la libertad de revestirlo más, es un disco más cañero, tiene bajo en todos los temas. Martín grabó batería, yo grabé guitarra eléctrica, y Hernán grabó más sintetizadores. También el aporte de Hernán Jacinto con sus sintetizadores fue determinante para la sonoridad.
-En las letras también se puede ver esa mirada alejada del ruido cotidiano...
-Sí, las letras apelan a eso, al paisaje y a las imágenes fuera de la gran ciudad. También en la interpretación se refleja la convivencia de esos días… En “La sed del mar” por ejemplo aparece la voz de Maitena, la hija de Martín, y está bueno que nuestros hijos puedan compartir la música.
-Hay milongas, chamarritas y candombes en cruces de lenguajes con el jazz y músicas urbanas...
-Es un disco donde está la representación del folklore pero con más libertades sonoras. El candombe tiene una fuerte presencia porque es donde hemos crecido pero con otros abordajes, no hay cuerdas de tambores plena pero está el ritmo presente o algún tambor combinado con otros instrumentos. El lenguaje del jazz está en la improvisación y algunas armonías. Por ejemplo, el tema instrumental “Zigzag” es un juego de improvisación potenciando los solos de cada uno.
El repertorio incluye diez canciones y un instrumental con arreglos de cada uno de los músicos y composiciones realizadas en conjunto por los tres. La batería y la guitarra de los hermanos Ibarburu acompañó a músicos de la talla de Jaime Roos, Rubén Rada, Fernando Cabrera, Hugo Fattoruso, Martín Buscaglia, Dante Spinetta, Luis Salinas, entre otros. Los teclados de Peyrou han acompañado a Ana Prada, Daniel Drexler, Francisco Fattoruso, Samanta Navarro, Tucuta, Pitufo Lombardo, entre otros.
-¿Creés que la propuesta de ustedes se enmarca en una nueva ola de la música popular uruguaya?
-A nosotros nos encanta sentirnos parte de la música popular uruguaya y de esa mística, nos sentimos identificados y nuestra intención es tratar de continuar esa conversación. Mi hermano dice que cuando uno va a entrar a una conversación tienen que saber de qué están hablando para hacer un comentario, por eso nos apoyamos en nuestros referentes y tratamos de aportar algo desde nuestro lugar a esa amalgama maravillosa que hace la música con el pasar del tiempo, que los géneros también van mutando y van enriqueciéndose y desarrollándose. Nuestro anhelo es ser parte de esa continuidad, de a poco vamos encontrando nuestro lugar en la música popular uruguaya.
Además de estos reconocidos músicos, el disco cuenta con la participación de destacados músicos de Uruguay y Argentina: Edú Pitufo Lombardo, Hugo Fattoruso, Urbano Moraes, Silvina Gómez, Sara Sabah, Federico Righi, Carlos “Negro” Aguirre, Maitena Ibarburu, Romina Vayone, Hernán Jacinto, Fernando Silva, Santiago Coby Acosta, Juan de Benedictis, Juan Pablo Di Leone y Gonzalo “Ajo” Nuñez.
-¿Cómo fue compartir este encuentro musical con tantos músicos talentosos, en especial con aquellos con los que ustedes comenzaron a tocar y ahora son parte de su proyecto?
-Lo de los invitados fue un lujazo, tener al Negro Aguirre, a Hugo Fattoruso, es como un sueño hecho realidad. Cuando veíamos que nuestras canciones tenían esas presencias que tanto admiramos fue un regocijo y un aliento para seguir buscando y seguir proponiendo. Tantos de ellos, como El Pitufo Lombardo o Urbano Moraes, han sido como faros que nos han marcado el camino y es muy especial poder contar con ellos en el disco. Siempre se aprende y se alimenta esa mística inexplicable, es como tocar el cielo con las manos.
-¿Por qué eligieron esta presentación virtual y qué significa compartir su música con los escuchas de Shagrada Medra?
-Realmente nos identificamos mucho con la esencia de Shagrada Medra, es un sello independiente imprescindible porque priorizan la búsqueda de la belleza musical, no tiene que ver con las modas ni con la industria. Que nos hagan sentir parte con este lanzamiento es una manera de vivir la música y estar hermanados con gente afín que nos da mucha fuerza. También nos gusta la manera en que lo proponen, hacer una pausa en La Hora Azul y escuchar un disco entero compartido con personas que lo escuchan al mismo tiempo y lo comentan, es un oasis hoy en día que todo está troquelado y por track. Estamos agradecidos a todo el equipo de Shagrada por dejarnos ser parte.