La conductora sufrió un accidente el 9 de febrero pasado cuando, en sus vacaciones, se cayó de una aerosilla en un centro de esquí en Aspen. Según trascendió, como había quedado mal ubicada, no pudo sostenerse y se cayó a 7 metros de altura, por lo que se quebró ambos tobillos. “Ambulancia y seis médicos. La aerosilla no frenó bien y, al bajar, pasó lo qué pasó. Tiene un talón lesionado que están estudiando. Estaba con El Corcho [Jorge Rodríguez, su marido] y con Analía Franchin [amiga y colega]”, contó -en aquel entonces- Ángel de Brito vía Twitter. Tras este episodio, Vero Lozano tuvo que ser operada en Estados Unidos y, días más tarde, viajó a la Argentina donde comenzó una terapia y recuperación con botas ortopédicas.
En su programa, compartió con sus compañeros la buena noticia sobre los avances de su recuperación y sostuvo que ya le hicieron las placas que comprueban la buena noticia. “¡Estoy recontenta! Puedo dar los primeros pasos con andador. Es raro. Me duelen mucho los pies abajo. Siento como punzaditas, porque todo eso está hecho a nuevo”, dijo.
“Les agradezco porque me han apoyado todo el tiempo y han sido muy amorosos. Me han llegado todos los rezos y el amor. Siempre quiero hacer hincapié en esto: no soy ejemplo de nada. Yo la saqué barata, pero hay gente que está en una situación de discapacidad que está muchísimo peor que yo. Me estoy parando, tengo posibilidades de progresar, pero hay algunas personas que no”, reflexionó, y destacó el rol de su pareja, el Corcho Rodríguez, quien la acompañó en todo momento.
De esta manera, contó que ahora debe continuar con la rehabilitación ya que, después de tanto tiempo inactiva, no tiene fuerzas en los gemelos. “Los pies se siente como si fuera dos piedras, como dos adoquines”, comparó.
En línea con estas palabras, Lozano explicó que, “en la medida de las posibilidades, bien orientada y con la medicina a favor, la buena voluntad” pudo salir adelante. “Con el amor a favor y el ánimo, sobre todo, se pueden lograr un montón de cosas”, sostuvo. Y continuó: “Pasaron diez semanas desde que me operé y antes hice mucha rehabilitación. Le puse mucha garra y gimnasio. Eso me ha ayudado. No es que salgo caminando. Doy pasitos, tranquila y de a poco”.
Entonces, al puntualizar sobre el momento en el que logró incorporarse en la clínica y atreverse a dar los primeros pasos en andador, dijo: “Estuvo lindo”. Y con ese espíritu, la conductora de Corta por Lozano concluyó con un mensaje de esperanza: “Siempre hay luz” tras la oscuridad, remarcó.