Un decreto impidió al Cullen
recibir ambulancia donada
En tiempos en que predominan las dificultades económicas y financieras en todas las provincias argentinas y en que la ayuda solidaria se ve muy poco, no es comprensible que -por la tan mentada burocracia administrativa- un hospital no pueda recibir la donación de una ambulancia, tan sólo porque es usada.
Esto sucedió con el Hospital Cullen de nuestra ciudad -que, al igual que los otros efectores provinciales, no está exento de dificultades económicas-, un establecimiento de emergencia referente del centro y norte de la provincia. La empresa Metrocare de Estados Unidos le donó -sin fines de lucro- una ambulancia en buen estado y funcionamiento, modelo 1995, que fuera solicitada por el señor Julio Fleischer, un santafesino que colabora con la gente humilde del Hospital Maimónides de Nueva York, Estados Unidos.
Solo vehículos nuevos
Pero ocurre que el artículo 6° del decreto 110/99 establece que sólo se permite ingresar al país vehículos nuevos (sin uso), como consecuencia del régimen automotor vigente. Esta fue la respuesta remitida -el pasado 8 de agosto- por la directora de Coordinación y Gestión de la Secretaría de Acción Social del Senado de la Nación, Margarita Muñoz, a pesar de que se le recordaba que la ambulancia en cuestión se destinaría a un efector público que asiste a más de 400.000 personas.
Algo similar ocurrió durante la gobernación de Víctor Reviglio en la provincia: el Hospital Cullen iba a recibir 200 camas ortopédicas pero -como los trámites que se requerían implicaron más de 30 días, que era el plazo establecido por el donante- éstas finalmente fueron destinadas a dos países.
