El ministro de Educación Alejandro Rébola sostuvo un extenso diálogo con El Litoral, en el que abordó distintas cuestiones relativas al conflicto con los docentes. Estas son algunas de sus definiciones:

"Las vacantes se congelan a agosto del 2000 para poder tener una radiografía del sistema. Estamos implementando un relevamiento rápido antes de que se terminen las clases, porque estamos corriendo contra reloj, por lo menos para saber la matrícula, que para mí es fundamental", dijo el ministro, y agregó: "Yo no desconfío de nadie, pero quiero tener control sobre las cosas. ¿Si yo estoy girando la plata para 300 chicos de un comedor, y en vez de 300 comen 250? No quiero que digan el día de mañana que yo no traté de invertir bien el dinero que la gente paga en impuestos"

En otro tramo del diálogo expresó: "El objetivo no es recortar. Yo me pongo mal cuando dicen: `Se firmaron los decretos que producen un recorte'. Lo que estoy posibilitando con esto es que el dinero del presupuesto vaya adonde tiene que ir".

Asimismo se manifestó de acuerdo con el presentismo. "Estoy convencido de que al maestro se le paga por dar clases todos los días y todas las horas del día que corresponden. Si al chico lo sacan a la vereda o lo mandan a su casa a las diez de la mañana, hay un problema incluso de seguridad. Cada uno, en democracia, elige la metodología de reclamo de sus derechos. Pero no por eso el empleador tiene el deber de pagarle las horas o los días que no trabaja. Dicen que yo soy un represor. Creo que de una vez por todas en este país tenemos que ser serios. Yo no me hago el serio: soy serio. Y hay que ser responsables. Si quieren reflexionar sobre la ignominia del contenido de este decreto de los represores Reutemann y Rébola, yo no voy a sancionar a nadie. Pero reflexionen después del horario de clases, un sábado a la mañana, por ejemplo."

El ministro dio a conocer los datos de las planillas enviadas al ministerio por el paro del 30 de agosto. Vale recordar que en esa oportunidad se descontó el presentismo a todos los docentes cuyos directivos no informaron de la adhesión al paro o no, por lo cual se dio por hecho que se habían sumado a la medida gremial.

Ante la lluvia de protestas, la cartera educativa envió a las escuelas unas planillas para que cada docente informara si había adherido o no a la medida gremial.

Estos fueron los resultados, según el ministro, sobre 77.857 liquidaciones (esto no significa que haya esta cantidad de docentes, sino que hay varios cargos, horas, etc.):

No adhesión