Deportes: DEPO-03

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El nuevo rumbo de los Springboks

Demostraron que no sólo lo pregona el nuevo coach, sino que efectivamente están dispuestos a ponerlo en vigencia. Afirman que lo mantendrán ante las otras dos potencias.


Buenos Aires (Enviado especial).- Todo el mundo del rugby sabía que el flamante coach sudafricano, Herman Johan Viljoen, llegaba precedido de su marcada predilección por el juego ofensivo, lo que evidentemente contrastaba con el sistema ultradefensivo de su antecesor, el despedido Nick Mallet.

Pese a ello, estaba en duda la forma en la cual implementaría el nuevo "diseño sudafricano". La respuesta fue contundente: ayer, los Springboks jugaron con una superlativa predisposición al juego de muchos pases, manteniendo su inconmensurable poderío físico.

Lógicamente, de continuar perfeccionándose, esto conformaría un cóctel letal para todo tipo de adversarios. Inclusive ante sus archirrivales del Pacífico Sur (Nueva Zelanda y Australia), a los que aseguran enfrentarán de la misma manera.

Cuestiones de poder

Otro tema de suma actualidad que rodea a Harry Viljoen, un multimillonario de 41 años que reside en Cape Town y que es propietario de la poderosa empresa Edge Investment, es el relacionado con el manejo que poseerá sobre los apetecibles contratos de sus dirigidos.

Por decisión de la South African Rugby Union, cada uno de los integrantes del plantel percibe 4.500 dólares por partido, que en el caso de la presente gira, comprenderá un total de nueve (dos en Irlanda y Gales, más uno en Inglaterra y Escocia).

El restante será el esperado choque ante Barbarians, en Cardiff, donde los quince titulares y los siete suplentes recibirán un caché extra de 10.000 dólares.

En cambio, al asumir el cargo, Viljoen tuvo que aceptar el denominado quota system impuesto por la Sarfu a comienzos de año, por lo que entre los 40 integrantes del plantel y sus colaboradores, hay 8 rugbiers y 4 ayudantes negros.

Sin olvidar, que dos deben ineludiblemente ingresar como titulares en cada presentación (ayer lo hicieron Chester Williams y Breyton Paulse), cumpliendo actuaciones destacadas.

Un piso Monumental

Como ocurre cada vez que se utiliza un estadio de fútbol, hubo que adecuar el campo de juego del Monumental para el desarrollo del primer partido de rugby de su historia.

Pese a la intensa lluvia caída el sábado, que originó la suspensión a los 31 minutos del encuentro en el que River Plate vencía Newell's Old Boys de Rosario por 1 a 0, las tareas respectivas comenzaron inmediatamente.

Más de 30 operarios trabajaron durante gran parte de la noche, en una serie de aspectos puntuales. El ancho no se modificó, por lo que mantuvo sus 68 metros. En cambio, hubo que transformar la longitud hasta el mínimo de 90 metros, con el agregado de casi 10 metros más en cada uno de los ingoals.

Para ello se agregaron panes de césped a la altura de los corners, donde habitualmente existe un formato redondeado.

En cuanto a los postes, se colocaron varios metros por delante de donde habitualmente se encuentran los arcos de fútbol, previo emplazamiento de una plataforma de hormigón (en la semana), en la que se apoyan los hierros plegables en tres partes.

La respuesta del piso fue excelente, pese a las características totalmente diferentes que en materia de exigencias (básicamente tracción hacia el césped) impone un encuentro de rugby, con respecto a uno de fútbol.