La suba en la tasa de interés que tuvo el país la semana pasada, sumado al riesgo país, cercano a los 1.000 puntos básicos (PB), ha generado cierta incertidumbre tanto en los mercados internacionales como en los mismos ciudadanos.

Ante este crítico contexto, el presidente de la Fundación Capital, Martín Redrado, expresó a El Litoral que "al sector público le han cortado la tarjeta de crédito porque gasta más allá de sus posibilidades y se sigue endeudando. Por todas estas razones, el resto del mundo evita tomar alguna clase de riesgo en mercados emergentes que tengan alto endeudamiento como es el caso de la Argentina".

Durante todas las reformas que el gobierno del presidente De la Rúa ha implementado, se ha reflejado un constante enfoque gradualista, "en el que sólo se manifiesta una sensación de ajuste por medio de un aumento de impuestos, la aplicación de la moratoria y el recorte salarial que ha ocasionado un menor consumo y la disminución de las inversiones en la región".

Hoy por hoy, el país cuenta con una capacidad de financiamiento en el mercado interno muy pequeña. Esto es grave por cuanto, el presidente de la Fundación Capital sostuvo que el financiamiento se debe generar básicamente desde "el mercado local y/o desde las entidades multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial".

Si esta situación perdurase, los efectos se transmitirían directamente sobre la economía real ocasionando "un aumento del costo de créditos que la gente común lo va a percibir en un mayor costo en la tarjeta de crédito, en los préstamos hipotecarios y prendarios", ejemplificó Redrado.

Por lo tanto, "en la medida en que la Argentina sepa transmitir una mayor certidumbre sobre cómo va a financiar los vencimientos durante el próximo año, en el 2001, esta tensión que hoy existe sobre la tasa de interés debería aflojar", opinó el presidente de la Fundación Capital.

A pesar de esto, en la actualidad, los argentinos se encuentran ante "una economía que cuenta con menos crédito y una economía que tiene menos crédito es como un jardín que posee menos agua, el cual lentamente se va secando. En la economía diaria, todos los pagos se empiezan a dilatar, existe menos plata en la calle y la gente que antes pagaba a 30 ó 60 días ahora comienza a hacerlo a 90, 120 ó 150 días. Esto demuestra que empieza a percibirse cada vez menos dinero en circulación, lo que provoca una mayor postergación de nuestra salida de la recesión", recalcó Redrado al finalizar la charla con El Litoral, el pasado fin de semana durante un curso para periodistas que ABA y Adepa ofrecieron en Paraná.

Redrado opinó que para solucionar esta situación se deben llevar a cabo por lo menos tres medidas básicas. Primero hay que crear un importante apoyo financiero internacional. "El país necesita mostrar al mundo que es capaz de resolver el problema de la financiación para el 2001. Tenemos que pagar aproximadamente 18 mil 500 millones de dólares y mi propuesta es que la mitad se consiga por medio de organismos multilaterales y la otra en el mercado local. De esta forma se debe ahuyentar el fantasma de la cesación de pagos".

Por otro lado, es inminente que se establezca "una reforma a fondo del sector público y se concrete una verdadera reingeniería del mismo para que se empiece a gastar como corresponde", recalcó Redrado.

Mientras que paralelamente se debe ejecutar una reforma tributaria que "simplifique y elimine la superposición de impuestos. Hay que replantear todo el esquema impositivo que hoy existe tanto a nivel municipal, provincial como nacional, porque tenemos muchos impuestos, los cuales se encuentran totalmente superpuestos y nos impiden atraer inversiones", aseveró el titular de la Fundación Capital.